Gernika-Lumo - ¿Aspira a una nueva legislatura. ¿Se siente con fuerzas para otros cuatro años?

-Por supuesto, con fuerzas e ilusión. Y, lo que es más importante, con proyectos nuevos que mejorarán de forma notable la calidad de Gernika-Lumo.

¿Qué valoración hace de la legislatura a punto de acabar?

-Ese balance lo hará la ciudadanía. Hemos trabajado teniendo muy claro que las personas y el pueblo están por encima de todo, dejando de lado cualquier otra consideración. Los resultados están ahí y la ciudadanía pondrá la nota.

¿Qué tal han congeniado los dos partidos que forman el Gobierno municipal?

-Cuando alguien adquiere el compromiso de llevar el rumbo de un pueblo, tiene que tener bien claro que todo el mundo debe empujar en la misma dirección. Nos hubiera gustado hacer más, porque algunos asuntos han tardado más de lo que quisiéramos por temas administrativos.

“Gernika-Lumo estornuda y Busturialdea se constipa”. Es una frase suya. ¿Qué salud tiene actualmente el pueblo?

-Quien conoce la historia de la comarca sabe que es así. Si en Gernika-Lumo se genera actividad económica, lo nota toda Busturialdea. Vamos mejorando, pero más lentamente de lo que quisiera. Tras algunos años muy duros, el dato del paro, por ejemplo, está en torno al 10%. Pero no nos conformamos con eso.

Recientemente se ha abierto un Elkartegi de empresas. ¿Puede suponer un punto de inflexión para revitalizar la zona industrial de Ibarra?

-Aparte de la apertura del Elkartegi, acabamos de firmar un convenio con el Gobierno vasco para resolver los problemas de inundabilidad del área industrial y urbanizar la zona. El Ayuntamiento hizo los deberes el pasado año encargando un proyecto y un estudio geotécnico, y la primera fase, valorada en 1,2 millones de euros, empezará en 2020. ¿Con qué idea? Con que junto al Elkartegi, propiciemos la generación de actividad económica.

Vienen buscando soluciones a la situación de Ibarra desde años atrás.

-Llevamos años trabajando en la zona industrial y en 2020 se empezará a ejecutar una primera fase, que en la zona de Errenteria, en unos 360 metros para mejorar la inundabilidad. Se trata de que la zona industrial esté como para que alguien venga y se establezca. Los procedimientos son más lentos de lo que uno quisiera, pero estamos en ello.

Siempre habla de colaborar con la Diputación y el Gobierno vasco para relanzar Gernika-Lumo, con el Ayuntamiento tirando del carro.

-La colaboración es fundamental, su apoyo es decisivo para alcanzar determinados objetivos. Los ayuntamientos, por sí solos, tienen una capacidad limitada, por lo que tienes que buscar apoyo si quieres impulsar el pueblo. Lo estamos haciendo, ahí está en Elkartegi, la pasarela de Astra donde también intervienen Gobierno y Diputación, o el proyecto de renovación del Mercado. Si nos hubiéramos escondido sin tener relaciones con las instituciones supramunicipales, no hubiéramos podido sacar adelante estos proyectos.

Otro de sus ejes es la mejora de la accesibilidad de las calles. ¿Cuándo prevén abrir el remozado Pasealeku?

-El Pasealeku ha sido punto de encuentro de la ciudadanía, algo que había perdido. Con esta rehabilitación, con ese cambio de imagen, ponemos en valor dos edificios emblemáticos (las escuelas). Estaba degradado y necesitaba un cambio de imagen que lo hiciera más atractivo. El día 25 o 26 de abril estará abierto.

El proyecto de pasarela en la calle Iparragirre, hacia Astra, es otra gran inversión. ¿Cuando se materializará?

-Las obras empezarán a finales de este mes y la idea es concluirlas para el 15 de agosto. Este proyecto, además de la pasarela propiamente dicha, también nos permitirá mejorar la accesibilidad en la conexión entre las calles Industria y Alhóndiga, remodelar la plaza frente a Correos y conectar con la pasarela. Se unificará la zona, actuando de forma global. Pero en el tema de la accesibilidad, igualando calzada y aceras, llevamos trabajando muchos años. Y vamos a continuar, no solo en el centro, si no también en los barrios.

La nueva plaza del Mercado también tiene carácter de proyecto emblemático...

-Tenemos hecho el anteproyecto y tenemos algo más de 1,5 millones de euros, a tercios entre Ayuntamiento, Diputación y Gobierno vasco, para transformar la plaza del Mercado en un espacio multifuncional que tenga como principal objetivo promover, impulsar y proteger la continuidad de las zonas rurales potenciando sus usos para favorecer una zona rural viva y competitiva. Industria del Gobierno vasco nos ha marcado que respetemos unas mínimas directrices en esa dirección. El mercado es punto de encuentro social, de compraventa de productos de la huerta a la que no solo vienen personas de Busturialdea, sino también de la zona de Mungia o de Arratia.

Aunque el Gernika Rubgy haya descendido recientemente, lo cierto es que Gernika-Lumo es un pueblo muy deportivo. A eso ayudan las instalaciones municipales.

-El caso de Gernika-Lumo en el tema del deporte es para hacer un análisis doctoral. 17.000 habitantes y tenemos al equipo baloncesto femenino, al rugby masculino que desgraciadamente ha perdido la máxima categoría y el fútbol en la categoría de bronce. Tenemos eso, aparte de otros clubes como cesta punta pelota a mano, atletismo... No es fácil. Destacaría asimismo el uso de las instalaciones, por ejemplo en el polideportivo Santanape, hay más de 5.300 abonados, un 20% aproximado de ellos de pueblos de la comarca. El primer objetivo de los que gestionamos el Ayuntamiento es ofertar unas instalaciones buenas. Santanape está bien, Urbieta hay que ir mejorándolo, la cancha de Maloste, el Jai Alai... Son instalaciones de lujo, pero mejorables. El objetivo principal debe ser tener las instalaciones en las mejores condiciones posibles. Aunque creo que tenemos buenas instalaciones, son mejorables y el esfuerzo de la siguiente legislatura irá en ese sentido.

También recuperarán pronto el búnker de Astra y viene la fecha del 26 de abril... ¿Sigue Gernika-Lumo siendo un municipio emblema en memoria histórica?

-Gernika tiene dos símbolos muy importantes: el Árbol, símbolo de las libertades vascas y una de las democracias más antiguas de Europa; y por otro lado, desde hace 82 años que ocurrió el bombardeo, donde más del 85% del pueblo fue destruido, con muchísimo muertos, es referente mundial, junto al Guernica de Picasso, es un icono en la defensa de los derechos humanos, en favor de la paz y contra la guerra. Tenemos pocos edificios de antes del bombardeo y recuperarlos es un deber. Es el caso del refugio de Talleres de Guernica, que se abrirá al público el 26 de abril. Tengo que agradecer a Enrique Guzmán, presidente de Talleres de Guernica, que ha puesto a nuestra disposición el refugio como patrimonio de todos los gernikeses. Es un gran detalle.

¿Cuáles son los desafíos para la siguiente legislatura?

-Lo que Gernika-Lumo necesita fundamentalmente es generación de actividad económica. Y, además de eso, en Autzagane se ha hecho media etapa y debemos conseguir que se haga la segunda etapa. Tenemos que incidir en la conexión con el eje principal viario en Euskadi, a la salida de la comarca hacia la A-8. En lo que respecta al resto de políticas públicas, ya se irá haciendo progresivamente un pueblo más amable, que la ciudadanía pueda hacer deporte, que haya oferta cultural, mejores servicios... Pero la mejora económica es clave.