Los planes para que Barakaldo se asome a la ría en 2023 siguen adelante y a buen ritmo. Bilbao Ría 2000 y el grupo inmobiliario Pryconsa formalizaron ayer miércoles, por un importe de 13,2 millones de euros, la operación de compra-venta de la parcela RES AL-8 de Urban-Galindo, un espacio integrado en la operación que permitirá crear un gran parque de ribera de nueve hectáreas junto a la ría y el puente de Rontegi. Este suelo que se ha vendido será dedicado a la construcción de viviendas en régimen de cooperativa.

La cantidad obtenida tras la venta del terreno será invertida por Bilbao Ría 2000 en la ejecución de inversiones y actuaciones urbanísticas de calado en el ámbito de Urban-Galindo como el mencionado gran parque de ribera de Galindo-Este, pero también en el Plan de Revitalización de la plaza de Pormetxeta (en el que la sociedad tiene previsto invertir 1,5 millones) o la reforma de los muelles del frente de la ría.

La construcción de las futuras viviendas a levantarse en esta parcela se hará en régimen de cooperativa para lo que Pryconsa, a través de su filial Prygesa, ya ha constituido la sociedad Barakaldo Urban Sociedad Cooperativa. El Consejo de Administración de Bilbao Ría 2000 adjudicó en su reunión del pasado 29 de junio la parcela RES AL-8 de Urban Galindo a Promociones y Construcciones PYC Pryconsa S.A. por un importe de 13.235.505 euros (IVA y gastos excluidos). Esta parcela tiene una superficie total de 2.613,9 metros cuadrados y en ella se podrán construir de acuerdo con la normativa urbanística vigente unas 125 viviendas, repartidas en seis alturas y un ático.

La altura máxima del edificio a construirse en esta parcela será de 23 metros (excluido el ático) y asimismo, en planta baja, se deberán construir locales comerciales con una superficie total de 1.050 metros cuadrados.

Justo enfrente de estas nuevas casas se habilitará el parque de ribera. La intervención a acometer para conseguirlo salvará la altura existente entre la avenida de Altos Hornos y la ría con un enorme graderío de césped por encima de la línea del ferrocarril. El proyecto levantará solamente dos elementos arquitectónicos: una pasarela peatonal de madera que conectará con el antiguo cargadero de mineral de la Franco-Belga y un pabellón lineal que acogerá negocios hosteleros y empresas náuticas. El resto del espacio se moldeará en forma de campas, itinerarios peatonales, espacios abiertos para conciertos o fiestas populares y hasta una playa verde a orillas de la ría para tomar el sol.