Adosada, tres plantas, dos de ellas diáfanas -la baja y la situada bajo la cubierta- con 68 metros cuadrados en cada altura, tres habitaciones, salón, cocina y baño. Así como un terreno de cuarenta metros cuadrados en la parte posterior. 70.000 euros. Precisa reforma. Este no es exactamente un anuncio inmobiliario al uso. En el edificio en cuestión residieron durante años los sacerdotes destinados a la iglesia carranzana de Soscaño. El valle llegó a contar con “más de veinte curas” para cubrir la actividad pastoral en sus medio centenar de barrios, según explica el actual párroco, Miguel Ángel Esnaola, quien también atiende Lanestosa. Pero los tiempos han cambiado, el número de feligreses ha descendido y con él, el calendario litúrgico, y se generan otras necesidades, como mantener el ingente patrimonio de la localidad, incluyendo el eclesiástico. Por ello, la unidad pastoral, bajo la supervisión del Obispado, ha decidido poner en venta la vivienda para destinar el dinero obtenido a continuar la rehabilitación del templo de Santa María.

Aldeacueva, pensada como réplica de la catedral de México. Santecilla, San Esteban, Matienzo, Biañez... El más grande de los templos del valle se encuentra en Aldeacueva. La iglesia de San Bartolomé, del siglo XVIII, “se concibió como réplica de la catedral de México y, aunque luego cambió el diseño, sigue siendo imponente”, reminiscencia de los “muchísimos vínculos con indianos que existen en Enkarterri”. Como “los niños del barrio no tenían escuela, sino que debían desplazarse a Lanzas Agudas, quisieron traer una comunidad de Jesuitas que se asentara allí”. Suele estar cerrada al culto: “Voy una vez al mes”, dice el párroco.

En los cuatro años que Miguel Ángel Esnaola lleva en la localidad más extensa de Bizkaia “no había podido oficiar misa en el interior porque la iglesia permanecía cerrada debido a las goteras”, al tratarse de una zona “donde convergen aguas de torrentera, provocando que los cimientos se muevan”. El presupuesto para la rehabilitación estructural “asciende a más de 200.000 euros y eso después de muchísimo trabajo por parte de un equipo de personas que estudiamos soluciones desde hace más de dos años”: vecinos y la asociación Gure Griña, que vela por los monumentos de Karrantza. Inicialmente “nos hablaban de que la reparación podía suponer en torno al medio millón de euros, lo que nos parecía desproporcionado”. Aunque han ahorrado con las soluciones aplicadas, cuesta obtener recursos. “No cabía demora” en las obras, de modo que han decidido poner en venta la casa adosada propiedad de la parroquia en la que residían los sacerdotes del barrio.

En los años cincuenta “se alojó a una familia con pocos recursos que vino desde Galicia y uno de los hijos ha estado residiendo de alquiler hasta hace dos años”. La vivienda se encuentra “próxima al centro administrativo de Concha, donde se puede ir andando, y, además, al lado está la parada de la línea de Bizkaibus que une Balmaseda con Lanestosa”, describe un voluntario de la unidad pastoral. Las personas interesadas pueden encontrar los teléfonos de contacto en el perfil de Facebook de Santa María de Soscaño.

Pórtico de Ahedo

Pese a la “generosidad y el arraigo” de los fieles en las colectas, cada reparación se presenta como un reto financiero. Hace tres años acometieron las del “techo y canalización en El Suceso” y se prevé que en primavera pueda comenzar la del pórtico de la iglesia de Ahedo, “uno de los más importantes de Bizkaia por su extensión y antigüedad”, en colaboración con el Ayuntamiento y la Diputación y gracias a la contribución altruista de “una familia que desea permanecer en el anonimato”.