Zalla - Alrededor de cincuenta estudiantes del grado de Ingeniería Civil que la Universidad del País Vasco imparte en la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica de Minas y Obras Públicas pudieron comprobar ayer sobre el terreno los progresos de las obras de defensa contra inundaciones que URA ejecuta en el centro de Zalla y que liberarán de peligro de riadas a más de 2.000 personas.

Según informaron fuentes de la Agencia Vasca del Agua, la salida persiguió “ofrecerles la oportunidad de conocer de primera mano tanto las variables técnicas constructivas que se dan cita en una obra de estas características, como el fin para el que se aplican: la protección de un entorno urbano consolidado y densamente poblado de la recurrencia natural de las crecidas”.

Acompañados por el profesor Marcos Larrauri, los futuros ingenieros fueron guiados por la jefa de la Oficina Territorial de las Cuencas Cantábricas Occidentales de URA, Marian Alonso; por la responsable de obras de la Agencia, Aitziber Urquijo Luengo y por Eduardo Miguel, representante de Viuda De Sáinz, empresa adjudicataria de la obra. Les mostraron “en la práctica diferentes aspectos relacionados con la cimentación, estructura, cerramiento, instalación, geología y replanteo de una obra”. Además, conocieron “de primera mano la razón de las actuaciones acometidas desde que se iniciaron los trabajos hace dos años”.

URA abría recientemente de nuevo la licitación para la contratación de las obras de defensa ante inundaciones aguas arriba del ya derribado puente de El Charco, en el tramo de 660 metros comprendido entre el viaducto y el meandro que se encuentra en la zona del apeadero de FEVE, en el barrio de San Pedro, con un presupuesto de 4,2 millones de euros. El proyecto inicial “hubo de modificarse debido a que en las labores de acondicionamiento del entorno se hallaron suelos contaminados, cuya gestión hubo de ser incluida”.

Las actuaciones darán continuidad a la sustitución del puente de Aretxaga. De hecho, ya se trabaja en la conclusión del nuevo -de 41 metros de luz sin apoyos en el cauce- y la corta de Aretxaga en construcción. Se trata de un canal de derivación entre el polideportivo y Aretxaga, que atraviesa los terrenos del antiguo velódromo, con el fin de que funcione como doble cauce en episodios de aguas altas. En conjunto, “mejorarán el comportamiento ante avenidas del río Kadagua a su paso por Mimetiz, liberando la zona urbana y los terrenos en la margen izquierda del barrio del Carmen. - E. Castresana