Trapagaran - Poco podía imaginar Edmundo Escribano que aquel hermano pequeño al que introdujo en el juego del billar hace más de tres décadas en los salones de juego existentes en Ezkerraldea y Bilbao iba a disputar del 1 al 5 de mayo el Campeonato de Europa de billar a tres bandas individual y por equipos que se celebrará en el Stahlpalast en Brandeburgo, Alemania.

Metalista de profesión, casado y con un hijo, a sus 48 años recién cumplidos este mes este trapagarandarra acude al campeonato continental con ganas de agrandar el amplio currículo de trofeos que ha atesorado estos años en este deporte “en el que es muy importante la preparación física, pues los encuentros pueden durar más de hora y media, y sobre todo la mental. En el billar la duda mata”, defiende este miembro de la Sociedad Bilbaina. “Fue mi hermano Edmundo quien me introdujo en el mundo del billar a tres bandas. Fue el que me enseñó y vi que se me daba bien y por ello he seguido desde entonces con esta afición. Hemos ido moviéndonos por donde había billares como en La Txitxarra o Las Viñas en Santurtzi, o en Bilbao en Irala”, recuerda este jugador que actualmente da clases en alguna de las cinco mesas de billar existentes en la sociedad de la calle Navarra de Bilbao. “Ahora apenas quedan billares más allá de algunas asociaciones de jubilados donde se juega sobre todo al pool, el de las bolas numeradas”, lamenta este athleticzale que destaca la diferencia existente entre el billar tres bandas con el snooker (con bolas de varios colores) que es el segundo deporte en Gran Bretaña y cuenta con grandes patrocinadores y seguimiento televisivo.

Minoritario “Aquí en Euskadi es minoritario, somos muy pocos los que jugamos. Yo ahora estoy en la Sociedad Bilbaína y estamos empezando a reverdecer los laureles que tuvo esta sociedad que contó con grandes jugadores. Incluso tuvo al primer campeón del mundo de carambola libre, Juanito Butrón, o a uno de los mejores jugadores de la historia de España en la modalidad de juego corto, Javier Arenaza”, destaca Escribano. Precisamente con la marcha de este billarista hubo un decaimiento en la práctica del billar en la Bilbaína hasta que hace dos años llegó un grupo de jugadores que practicaban este deporte en un salón recreativo de Bilbao. Una nueva generación que el pasado mes de septiembre organizó el I Open Sociedad Bilbaína de billar a tres bandas que contó con la participación de 52 jugadores llegados de una docena de comunidades autónomas. “Tuve la suerte de organizarlo y de ganarlo”, destaca Joseba Escribano.

Un certamen deportivo cuya segunda edición iniciará sus preparativos después de la Semana santa, y contará con un gran aliciente. “Tenemos una gran relación con el cuatro veces campeón del mundo, Daniel Sánchez Gálvez, que estará en el Open. El pasado año no pudo venir porque precisamente en esas fechas estuvo en Japón y Corea del Sur”. Precisamente Corea es el espejo en el que gusta mirarse al grupo de la Bilbaína -formado por unos 35 billaristas- ya que como señala Escribano “en este país es donde se mueve ahora mismo el billar a nivel mundial. Incluso tiene su canal de televisión”.

Encuadrado en el equipo Madrid Escuela Nacional, Joseba Escribano atesora un currículo brillante en esta disciplina de tres bandas -el pasado año en la disputa del título por equipos en la división de honor ganó al laureado Daniel Sánchez- lo que le sitúa con grandes posibilidades en la liza mundialista que comenzará el día uno de mayo. “Allí acudimos 64 jugadores de toda Europa para disputar esta final masculina individual y por equipos. En estos días previos se celebran el resto de categorías tanto juveniles como femeninas”, señala este metalista que espera que el buen papel que haga en el campeonato no sea de carambola.