Un pelícano eucarístico perteneciente a la parroquia Santa Marina de Otxandio está siendo expuesto en el Museo del Prado desde la jornada de ayer martes. La pieza ha sido cedido temporalmente por el Museo de Arte Sacro de Bilbao donde se conservan diferentes reliquias que albergaba en el pasado la parroquia otxandioarra.

Bajo el título Tornaviaje. Arte iberoamericano en España, el pelícano forma parte de una exposición que podrá visitarse hasta el próximo 13 de febrero en la prestigiosa pinacoteca madrileña. Fue el pasado 21 de septiembre cuando con un cuidadoso embalaje se llevó a cabo el traslado de la pieza del Museo de Arte Sacro a Madrid. "Aunque parezca un águila es un pelícano. Es la única pieza de este tipo que se conoce en toda España. Se trata de un sagrario. Es decir, el mueble donde se guarda el copón con las formas sagradas para luego repartirlas durante la misa", explicó Juan Manuel González, director de la pinacoteca bilbaina.

Según información de la Diócesis de Bilbao, el pelícano eucarístico llego a Otxandio desde Perú en 1766 en nombre de Domingo de Zaldibar, un otxandiotarra que, un año más tarde, fue nombrado alcalde honorario de la villa. "Es un tipo de sagrario muy especial que solamente se hace en Perú. Un vecino de Otxandio que estaba viviendo allí en el siglo XVIII lo mandó a su parroquia. Era algo muy habitual que los que iban a América y tenían éxito mandaran este tipo de piezas a las iglesias de sus pueblos. Era una forma de demostrar devoción a la parroquia en la que se les había bautizado y también de ostentación para que todos los vecinos supieran que les iba bien", puntualizó González.

Desde el Museo de Arte Sacro de Bilbao también explicaron lo complicado que tuvo que ser el trayecto desde Perú hasta que el pelícano eucarístico arribó a su destino a la parroquia Santa Marina de Otxandio. "Esta pieza llega desmontada en varias cajas desde donde se realizó en Perú hasta un puerto en la costa. Desde allí continuó por el Pacífico navegando hasta Acapulco teniendo que atravesar todo México hasta la costa atlántica. En Veracruz se cargó en otro barco que lo llevó a Sevilla. La flota de Indias salía en primavera o en otoño. Es decir, según cuando llegase tu caja, igual embarcaba pasado mañana o igual se pasaba tres meses en el muelle. En Sevilla unos mulateros que son de un pueblo muy concreto, Yanguas, en Soria, cogieron la caja y la trajeron a Bilbao. Finalmente alguien de Otxandio la cogió y la llevó a la iglesia. Un viaje que en el mejor de los casos duró más de un año y en el peor, dos años y medio. También el barco podía hundirse en medio del Atlántico, que pasaba, pero en este caso hemos tenido suerte y tenemos una pieza muy rara porque no llegan demasiadas de Perú", relató Juan Manuel González sobre la difícil travesía que tuvo la pieza.

El pelícano eucarístico lleva expuesto en el museo bilbaino desde de 1995. Esta es la tercera vez que El Prado expone alguna pieza del Museo de Arte Sacro de Bilbao. Fue a través de la guía del propio museo como la pinacoteca madrileña descubrió el pelícano y se intereso por él. Ahora el valioso sagrario estará expuesto hasta el 13 de febrero en Madrid.