El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha presidido esta mañana el pleno para la aprobación del PGOU aunque todavía no está recuperado totalmente, pero consciente de la importancia de este asunto. "Así lo había pactado con mi médico. El regreso será progresivo porque aún tengo limitaciones que me impiden estar al cien por cien pero hoy es un día histórico".

A Aburto le hubiera gustado abrazar y estar con los concejales después de un mes de convalecencia pero las limitaciones sanitarias han hecho que solo haya podido estar físicamente con el pequeño grupo de ediles que se reúnen cada pleno para preservar las medidas de seguridad sanitaria. La acogida ha sido calurosa por parte de su equipo así como por el restos de portavoces de la oposición.

El alcalde señala que "aunque en lo personal está siendo un final de año complicado para Bilbao están saliendo cosas buenas". Se refiere a medidas aprobadas desde el Ayuntamiento para apoyar a los sectores afectados por la pandemia que han podido ser puestas en marcha con celeridad como por ejemplo los bonos o las ayudas a los hosteleros. También otros acuerdos como el impulso que recibirá Bilbao los próximos años gracias al nuevo PGOU.

En lo personal, quince días en el hospital, "en este momento en el que solo te puede ver una persona, en este caso mi mujer, ha sido muy duro para ella y para mí".

Afortunadamente, agradece el "gran equipo que tengo y que me ha permitido estar tranquilo porque Bilbao estaba en muy buenas manos y con una extraordinaria intervención de Amaia Arregi".

Aunque reconoce que no es muy de teletrabajo, "en esta ocasión las nuevas herramientas me han permitido estar conectado y seguir trabajando durante este tiempo". Ahora poco a poco irá retomando la actividad al completo.