Etxebarri - Quizás en un futuro den vida a un robot que ayude a las personas, puede que lo creen para mejorar las posibilidades que ofrece la medicina? las opciones de futuro son casi infinitas para Markel Ontañón y Lander Seco, dos jovencísimos etxebarritarras que tienen un porvenir prometedor dentro del mundo de la robótica, ese del que tanto se habla y que pocas pocas personas alcanzan a ver desde dentro. Ambos, con la inestimable ayuda de su entrenador Alejandro Pérez, se han proclamado ganadores del World Robot Olympiad (WRO) de Bizkaia.

Lo han hecho recientemente en la categoría Regular Elementary. De este modo han logrado el pase para disputar la final estatal que se celebrará el próximo mes de septiembre. La World Robot Olympiad (WRO) es una competición de robótica educativa de ámbito internacional, que ofrece a la juventud una oportunidad para acercarse de manera lúdica y divertida a la tecnología y la ingeniería.

Tal y como explican Lander y Markel, que estudian en el CEIP Kukullaga de su municipio HLHI quinto y sexto de Primaria respectivamente, se trata de una competición que nada tiene que ver con el colegio. Les gusta. Tienen a la robótica casi como un hobby, no como una lección que tengan que aprender.

Así, Markel lo tiene muy claro y asegura que, “ha participado para aprender a programar y diseñar un robot automático”. Y es que el mundo de la robótica le “apasiona”, según cuenta. Desde 2014 ha participado en este tipo de cursos y a pesar de que aún es muy joven, ya sabe que de mayor quiere ser “doctor en Ingeniería Aeroespacial, Industrial, Informática o Inteligencia Artificial”.

La tecnología le atrae sobremanera porque considera que gracias a ella “se podrán construir millones de robots que nos harán la vida más fácil”, comenta. Algunas de sus ideas giran en torno a la ayuda para que el robot pueda realizar por sí solo las tareas del hogar, que pueda ayudar a cuidar a las personas mayores, etcétera.

En esta competición “lo hemos pasado muy bien y además hemos podido aprender mucho”, dicen ambos tras un esfuerzo digno de mención, ya que han dedicado mucho tiempo al proyecto.

En el caso de Lander, se animó “cuando Markel me ofreció participar en el reto”, cuenta. Le pareció “muy chulo y además veía que Markel sabía un montón y podía aprender cosas”. Participar en el campeonato a nivel estatal “será más difícil para mí, pero lo que sobre todo quiero es seguir aumentando mis conocimientos y divertirme”.

La experiencia de ir construyendo un robot le ha gustado mucho, y eso que recuerda que “los primeros días, como nunca había estado en este tipo de competiciones no sabía ni poner el robot en su casilla, pero a lo largo de los días, viendo como Alejandro nos iba ayudando, y observando a Markel he ido aprendiendo”, relata. Por eso mismo, “ahora me parece impresionante todo lo que puedo y sé hacer”.

Lander todavía no sabe qué quiere estudiar, pero “sí que me gusta la robótica y la tecnología”, aunque como él mismo cuenta, como cualquier otro chaval de su edad, “también me encanta el fútbol y las convivencias con mis amigos”. A la hora de imaginar, además de poder construir robots que “sirvan para ayudar a las personas, me encantaría hacer un nano robot que sacase a pasear a los perros por la mañana, que pudieran jugar con ellos, ¿te imaginas?”, pregunta con una sonrisa que le ilumina la cara.

También ha sido una grata experiencia para su entrenador, Alejandro Pérez, profesor de Formación Profesional básica, universitaria y robótica. Las instalaciones de su empresa Aprenditeka es donde les ha dado clases para poder construir el robot y “les acompañaré también en la competición estatal”, explica.

Para Pérez no es la primera vez que participa en esta competición. De hecho, es “la tercera vez que acudo y llego a la final nacional como entrenador”. En este caso, con Markel y Lander, el proceso comenzó con la preparación del evento en enero, “analizamos el reto, probamos distintos prototipos y, cuando encontramos el óptimo, lo programamos hasta llegar a la solución actual”. Esta claro que el futuro pasa por sus manos.