La Diputación de Bizkaia apuesta por formar a su personal en lengua de signos
Las Juntas Generales debaten cómo mejorar la atención a las personas sordas
La Diputación de Bizkaia quiere apostar por formar a su personal en lengua de signos para atender a los ciudadanos sordos, sobre todo a los que prestan servicio en las oficinas de atención presencial Gertu y en los servicios del departamento foral de Acción Social. Las Juntas Generales han debatido este miércoles una propuesta para garantizar los derechos de este colectivo, que suma 55.000 personas en todo Euskadi.
Ha sido el grupo de Elkarrekin Bizkaia la que ha alertado de la situación que viven estas personas. "En Euskadi hay 36 intérpretes de signos y 26 están asignados a Educación; ni siquiera llegan a cubrir todas las necesidades en educación obligatoria. Y los diez restantes hay que repartirlos entre los tres territorios. No da, no neguemos la realidad", ha lamentado su portavoz, Eneritz de Madariaga. Un ejemplo más cercano; pese a que la ley que pide a los poderes públicos a promover medidas para garantizar sus derechos, "no ha sido hasta este año cuando se han puesto subtítulos a las intervenciones en estos plenos".
Es por ello por lo que ha solicitado a la Diputación que "asuma su responsabilidad", planteando un servicio propio para atender a la demanda real. Y es que, según los datos recogidos en la memoria de la federación Euskal Gorrak, 2.126 personas demandaron un servicio de intérprete en 2024 en Bizkaia y pero 187 tuvieron que ser denegados "porque no había intérpretes. Bizkaia necesita más intérpretes".
Con ese objetivo, De Madariaga ha propuesto pedir al Gobierno vasco que la EHU ofrezca un grado universitario "público, oficial y homologado" para cubrir la escasez de profesionales, y a la Diputación que incorpore a su plantilla los intérpretes necesarios para responder a la "demanda real".
Desde los partidos que sustentan al Gobierno foral, la apoderada del PNV Ziortza Álvarez ha reconocido que, pese a que la Diputación no dispone de recursos propios para atender a este colectivo, se ofrece el apoyo de un intérprete de signos a través de Euskal Gorrak, "garantizando una atención estable y profesional" en ámbitos como el sanitario, el social o el educativo. La federación gestiona eficazmente el servicio garantizando la calidad, la especialización y la cercanía". Se destina cada año una partida económica a Euskal Gorrak, que se va incrementando cada ejercicio y que este 2025 ha alcanzado los 282.000 euros.
"Quieren ser autónomas"
Álvarez ha admitido la necesidad de atender todas las demandas que lleguen desde el colectivo para que puedan comunicarse con la Administración, aunque no ha coincidido en el cómo. "No tiene por qué ser exclusivamente a través de un intérprete", ha advertido, haciendo hincapié en escuchas las demandas de las propias personas sordas. "Es ahí donde hay que poner el foco", ha subrayado. "Estas personas quieren ser autónomas y, en la medida de lo posible, valerse por sí mismos y no depender de otras personas".
Para la apoderada jeltzale, la única solución no es un mayor número de intérpretes de signos ya que, "aun siendo importante, no garantiza la plena accesibilidad", por lo que ha apostado por una respuesta "integral", uniendo recursos tecnológicos y formación. Es por ello por lo que, junto al PSE, había planteado una enmienda que no fue aceptada por el partido proponente, para que la Diputación vaya implantando progresivamente durante 2026 recursos de videointerpretación en lengua de signos, "para garantizar que las personas sordas puedan comunicarse y recibir apoyo de forma accesible, segura y confidencia".
Al mismo tiempo, se apuesta por "formar y sensibilizar" al personal de la Diputación en esta lengua, empezando por el personal dedicado a la atención presencial, como puede ser el de las oficinas Gertu y Acción Social, entre otros.
Sin matrículas suficientes en la EHU
Álvarez también ha recordado que "ya se han dado pasos" para que la EHU ofrezca un grado en este ámbito. En 2023, la viceconsejería de Política Universitaria, junto a Euskal Gorrak y la universidad pública, impulsó un diploma en Interpretación en Lengua de Signos, "una formación diseñada para dar una respuesta ágil a la escasez de profesionales". En la primera convocatoria no se alcanzó el número mínimo de matrículas, aunque "se sigue trabajando activamente en su consolidación en próximas ediciones".
