Dentro del palacio Horcasitas, que suele comenzar en las visitas guiadas, Jorge Gómez Balenziaga reunió a una nutrida representación de Balmaseda trasladando el espíritu de comunidad y cercanía de sus actividades que dan a conocer el patrimonio de la villa, Güeñes y Zalla. Hace diez años que fundó la empresa Alboan Servicios Turísticos, Hemendik Saria en 2019, y ayer lo celebró con una fiesta solidaria que recaudó fondos para la Fundación Diabetes Cero.

“La insulina se descubrió en 1921, pues el tratamiento no ha cambiado tanto, necesitamos investigación”, pidió en su discurso de agradecimiento a las personas y entidades que se volcaron colaborando en la organización y aportando a la subasta benéfica que contó con alrededor de cuarenta objetos. Lo dijo con conocimiento de causa, puesto que a uno de sus hijos le diagnosticaron la enfermedad a los 6 años. Ya en 2023 promovió otro evento para visibilizar la causa –en aquella ocasión se trató de representaciones teatralizadas relacionadas con la historia de Balmaseda–, que contribuyó con la Asociación Vizcaina de Diabetes, ASVIDIA.

Jorge llevaba cinco años trabajando en la oficina de turismo de Balmaseda, así que “realizaba visitas guiadas y acudía a ferias” cuando decidió dar el salto por su cuenta. En cuanto al nombre, “pensé que como guía el objetivo consistía en estar al lado del visitante, quizás Zure Alboan hubiera resultado más correcto, pero me gustaba una palabra sola y me quedé con Alboan”. Ese ayudar al visitante no sólo abarca ilustrar sobre monumentos y tradiciones, sino también “dar a conocer nuestra comarca”, con esas anécdotas y vivencias que le narran sus gentes y marcan la diferencia.

Jorge, con la asociación Nahiarte en el museo de historia de la villa

Formación constante

“Por suerte, sigo aprendiendo”, rememora echando la vista atrás a los inicios: “me moví muchísimo para formarme, estudié porque tenía claro que si quería transmitir los conceptos debía dominarlos para explicarlos correctamente”. Buscaba información “en todas partes”, acudía a charlas de historiadores, y no ha perdido esa costumbre”. Considera “una suerte que Enkarterri cuente con un movimiento cultural tan importante y potente, con asociaciones como Orexinal, que luchan por desenterrar el pasado”. Artífices de que lo que Jorge narra a los turistas sobre el Cerro del Castillo haya cambiado en estos diez años a raíz de las excavaciones arqueológicas emprendidas en 2021”. “Siempre me he acercado” a estos colectivos y personas “sin miedo a consultarles porque lo que quiero es aprender”. Ayer durante el acto agradeció, en este sentido, la ayuda de Paloma Sañudo, del museo de historia de Balmaseda.

Disfrazado en una visita teatralizada para ayudar a ASVIDIA

Hacerse cargo de la gestión de otro museo, el de la Pasión Viviente en la que fuera iglesia del convento de Santa Clara, marcó un punto de inflexión en la trayectoria de Alboan porque “ya suponía un trabajo diario donde podía disponer de un espacio y si la gente quería encontrarme podía y puede acudir allí”.

¿Circulan fake news en torno a la villa? “Sí, por ejemplo, todavía hay gente que llama al Puente Viejo puente de la Muza cuando ya está bien contrastado que eso fue un error histórico que los nuevos historiadores han ido corrigiendo. También lo confunden a veces con un puente romano y persisten las dudas sobre nuestra ubicación geográfica”.

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La procedencia de los turistas que desean conocer Balmaseda no ha cambiado tanto, “Euskadi representa la mayoría”, si bien las olas de calor y la subida de las temperaturas atrae cada vez a más personas “de Andalucía, Barcelona, Valencia, Madrid...”.

“Por suerte”, el número de visitas que ofrece Jorge “ha crecido notablemente” abriéndose a conectarlas con acontecimientos como la Pasión Viviente porque en sus comienzos “toqué todas las puertas de colegios, bibliotecas, asociaciones, ayuntamientos, etc. y con el boca oreja se va propagando”. A lo largo de estos diez años “me he disfrazado cantidad de veces y eso ayuda a despertar el interés por la historia desde la infancia, incentiva que pregunten y que lean; una de las cosas más agradecidas es que los chavales cuenten en casa las actividades y saber que me aprecian”.