En condiciones normales, el de mañana tendría que ser un día de alegría absoluta para los vecinos del barrio jarrillero de El Roble, puesto que el pleno municipal aprobará definitivamente el Plan Especial del sector Sunc-1, un documento que garantizaría su realojo tras más de tres décadas de paciente espera. Pero el paso del tiempo, tantos años de lucha y los varios varapalos que han sufrido en este larguísimo proceso, les hacen ser muy escépticos. “No nos lo creeremos hasta que veamos a las máquinas trabajando, a lo largo de estos años nos hemos sentido engañados muchísimas veces”, ha afirmado Jesús, uno de los cerca de 30 vecinos de esta zona que llevan más de tres décadas luchando por ser realojados.

Y es que esta zona de Portugalete quedó fuera de ordenación en 1991 y, por aquel entonces, ya recibieron la promesa de que serían realojados en unas nuevas viviendas que florecerían en las inmediaciones del que, hoy, más de 30 años después, sigue siendo su barrio. Pero han pasado los años y, por cuestiones como, por ejemplo, la judicialización de este plan, el proceso se ha eternizado. Lo que iban a ser unos trabajos que comenzarían en 2016, entre recurso y recurso presentado por otro colectivo vecinal, se han demorado hasta hoy y, como pronto, será ya entrado 2026, es decir, una década más tarde de lo previsto, cuando arranquen la construcción de las viviendas. “Estamos asqueados”, ha resumido Joseba, otro de los vecinos de El Roble, personas que, debido a estar fuera de ordenación no han podido modernizar sus hogares en este tiempo, algo que ha tenido un impacto notable en su calidad de vida. Ahora, además, viven inseguros por los últimos episodios acaecidos en la zona como varios incendios registrados en un pabellón abandonado, alguna okupación, robos y una notable suciedad en un solar ubicado junto a la barriada, algo que atrae las ratas a esta zona. “Cualquier día, con alguno de estos incendios que hay, sobre todo como haya viento, sale el barrio ardiendo”, han advertido los vecinos de El Roble.

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Los trabajos de creación de 79 viviendas dotacionales se podrían iniciar a corto plazo.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Portugalete, han afirmado esta mañana que, con la aprobación de este plan, se desbloqueará la situación y han apuntado que los trabajos de creación de 79 viviendas dotacionales se podrían iniciar a corto plazo. Y es que, mientras se ha estado tramitando todo lo relacionado con la aprobación de este Plan Especial del Sunc-1, desde el Gobierno vasco, institución encargada de acometer la construcción de las nuevas viviendas, han ido agilizando otros trámites burocráticos necesarios para hacer, al fin, realidad este proyecto. “Agradezco la paciencia que están teniendo los vecinos de El Roble. Es admirable”, ha indicado Jon Pesquera, edil de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Portugalete. De esas 79 viviendas dotacionales, cerca de 30 servirán para realojar a los vecinos de El Roble, puesto que la mayoría han optado por ser realojados en el proyecto del Sunc-1, dejando a un lado la opción de ser relojado en otro proyecto de construcción de viviendas que florecerá en la zona, una iniciativa denominada Sunc-2 y que también está en pleno progreso. Las cerca de 50 viviendas restantes, se destinarán a familias y colectivos con dificultades de acceso a un hogar como, por ejemplo, los jóvenes. Mañana, se aprobará este Plan Especial y todo apunta a que el Gobierno vasco podría iniciar las primeras labores para el próximo año, pero en El Roble reina el escepticismo porque en varias ocasiones han visto cerca el final de su situación y, por un motivo u otro, hoy, más de 30 años después siguen esperando a ser realojados.