El sistema de lectores de matrícula instalado hace año y medio en Kamiñalde y las calles altas del Casco Viejo de Ondarroa continúa mostrando resultados positivos, según la reunión de valoración celebrada ayer en la Cofradía Vieja. Vecinos y representantes municipales coincidieron en que la medida ha reducido el tránsito de vehículos en un 55%, superando el 40% registrado en octubre de 2024, y ha mejorado la seguridad, especialmente para niños y personas mayores.
El jefe de la Policía Municipal, Aitzol Osa, ofreció datos concretos: desde el 1 de enero al 1 de septiembre, 6.000 vehículos han accedido a la zona, de los cuales 960 lo hicieron sin autorización y fueron multados, una media de seis sanciones al día. Se han concedido 703 permisos para residentes y 2.650 permisos de urgencia, la mayoría para gremios y distribuidores. “Hemos visto un aumento de usuarios en agosto, que también será objeto de análisis para próximos ajustes”, explicó Osa.
Aportaciones de los vecinos
Los vecinos aprovecharon la reunión para proponer mejoras: permitir dos vehículos por domicilio, diferenciar Kamiñalde y Kalehandi por sus características, aumentar reductores de velocidad manteniendo el límite de 10 km/h y colocar semáforos en puntos estratégicos. La alcaldesa, Urtza Alkorta, recalcó que estas sugerencias se evaluarán e incorporarán al Plan de Movilidad y a corto plazo cuando sea posible.
Se prevé celebrar otra asamblea en primavera para revisar la efectividad de las medidas y decidir futuros ajustes. El proyecto, impulsado inicialmente por los propios vecinos, combina control del tráfico y seguridad, aunque deberá afrontar desafíos derivados de picos de tránsito estacional.