Hasta finales de enero –o ya febrero– el palacio Horcasitas de Balmaseda permanece cerrado a actividades, exposiciones y otros eventos. Se debe a las obras que buscan “optimizar” tanto el consumo energético como la funcionalidad de la antigua aduana de la villa, según detallan desde el Ayuntamiento.
Las actuaciones contemplan “la restauración de las fachadas, que permitirá conservar su valor histórico y mejorar su integración con el entorno urbano”. Además, se renovará la carpintería interior “con el fin de mejorar el aislamiento térmico y reducir los costes de calefacción, lo que contribuirá a hacer el edificio más eficiente desde el punto de vista energético”.
Nuevas luminarias
Asimismo, se instalarán nuevas luminarias, que “no solo redundarán en la calidad lumínica de los espacios, sino que también favorecerán un significativo ahorro energético”. Esta renovación “permitirá que el palacio Horcasitas sea más versátil para acoger eventos y actividades, adaptándose a las necesidades de los usuarios”.
El alcalde, Alfonso San Vicente, destaca que “esta inversión no solo responde a la necesidad de conservar y restaurar nuestro patrimonio, sino también a un compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética”. El objetivo “es que el palacio Horcasitas siga siendo un referente, un espacio que preserva nuestra historia y se adapta a las demandas actuales de los ciudadanos y visitantes”.
Se trata de una de las actuaciones recogidas en el presupuesto para este año, aprobado la semana pasada. En la misma línea de sostenibilidad energética, el Consistorio tiene previsto acometer la reforma integral del frontón municipal por un importe de 225.000 euros o la sustitución de 480 luminarias por otras de bajo consumo en el casco histórico, a lo que se destinarán 132.000 euros. Otras inversiones se dirigirán a acondicionar con 70.000 euros la anterior oficina foral como nueva sede de la Policía Municipal o pasos de cebra inteligentes, por 36.600 euros.