La Diputación de Bizkaia dará a conocer a principios del próximo año la nueva Norma Foral de Montes que sustituirá a la que está en vigor desde hace 30 años y que regulará el aprovechamiento de la superficie forestal del territorio, incluyendo su protección frente a los incendios.

Así lo ha dado a conocer este lunes la diputada foral de Medio Ambiental y Agricultura, Arantza Atutxa, a petición de EH Bildu, en las Juntas Generales. El nuevo texto regulará las 132.000 hectáreas de monte en Bizkaia, de las que 100.000 están en manos privadas, la mayoría propietarios que cuentan con una media de 5 o 10 hectáreas. De hecho, el 89,3% de la superficie vizcaina es monte y el 71,4%, superficie arbolada.

Atutxa ha destacado también la importancia que tiene el sector forestal, con 18.000 puestos de trabajo y que representa una fuente de ingresos para baserritarras y ayuntamientos, por lo que deben equilibrarse los intereses "ecológicos, sociales y económicos mediante una gestión forestal y del medio natural eficiente y eficaz".

Además, esta revisión se aborda "en un momento en que se aceleran las crisis climáticas y de biodiversidad", unido a las numerosas nuevas leyes que han entrado en vigor desde 1994. "Esta década es crucial, por lo que conviene adoptar medidas planificadoras, normativas, financieras y fiscales, así como promover acuerdos voluntarios incluyendo medidas para reforzar la protección y la restauración de los bosques, mejorar la gestión forestal sostenible y mejorar el seguimiento y la planificación descentralizada eficaz de los bosques, a fin de garantizar unos ecosistemas forestales resilientes y permitir que los bosques desempeñen su papel multifuncional", se recoge en el borrador del texto normativo.

Este borrador fue dado a conocer en tres reuniones con agentes del ámbito forestal, científico y social -como Enba, Ekologistak Martxan o Neiker-, y saldrá a exposición pública el primer cuatrimestre de 2024. Tras recoger las aportaciones de la ciudadanía y los agentes implicados, iniciará su tramitación en las Juntas Generales, donde podrá recibir alegaciones por parte de todos los grupos antes de su aprobación definitiva.

La nueva norma foral cumplirá cuatro objetivos: la necesidad de contar con instrumentos de planificación; la regulación de los servicios ecosistémicos; la responsabilidad de velar por la conservación y utilización racional del patrimonio natural, y la regulación en materia de incendios. Respecto a estos últimos, Atutxa ha advertido de que sus efectos no se limitan solo al propio bosque, por lo que las acciones de prevención, pieza básica para evitarlos, se extenderán todo el año. Otro ámbito en el que incidirá especialmente será el de las enfermedades y plagas.

EH Bildu ha echado en falta “un plan de medidas de fomento de especies autóctonas”, algo que ya se demandó tras la aprobación de la actual moratoria que pesa sobre el eucalipto, aprobada en 2022 y que vencerá en el año 2025. La diputada ha contestado que en la nueva norma “se hablará de planificación y no de especies”.