Ehimwenma Sheena Omoregie empezó a aprender castellano en su Nigeria natal en cuanto se enteró de que su solicitud para la beca Ellas investigan había sido aceptada. Pero se llevó una sorpresa el pasado domingo, cuando llegó a Bilbao. “La gente habla tan rápido que no entiendo casi nada, solo algunas palabras sueltas como hola, adiós, gracias...”, admite con una sonrisa. Que la anécdota no lleve a nadie a engaño; Omoregie es profesora e investigadora en el departamento de Bioquímica de la Universidad de Benin y acaba de aterrizar en Biocruces para buscar compuestos que ayuden a combatir las infecciones microbianas que se han hecho resistentes a nivel mundial. “Rezo para que los resultados de mis investigaciones sean satisfactorios y ojalá mi experiencia sirva de inspiración para otras investigadoras de mi país”, confía.

Moshera Samy Abd ElAziz Youssef. Oskar González

Junto a Moshera Samy Abd ElAziz Youssef, son dos de las tres investigadoras que desarrollarán su trabajo en Bizkaia, gracias a la fundación Mujeres por África y la Diputación; la tercera es Cynthia Motto Aku Enam, de Togo, que también investigará en Biocruces. Para ambas es su primera vez en el territorio. “Esta beca es una gran oportunidad para mí para profundizar en mis áreas de investigación”, explica Omoregie. El pasado lunes tuvo la oportunidad de conocer los laboratorios y las instalaciones de Biocruces en los que trabajará los próximos seis meses, “mucho mejor preparados que los que tenemos en Nigeria”.

“Estoy encantada de haber venido y espero que esta estancia me ayude a avanzar en mis investigaciones. Rezo para que los resultados sean satisfactorios”, confía. No es tarea fácil; frente a las infecciones por bacterias que se han hecho resistentes a los antibióticos actuales, y que empiezan a ser un problema de primera magnitud a nivel mundial, ella quiere buscar otros compuestos que tengan la misma capacidad. De esta forma, explica, “se lograrían reducir las enfermedades infecciosas graves y disminuir su mortalidad”.

Pero la nigeriana ya posa la mirada más adelante, en el futuro, en los días en los que volverá a su país y a su universidad de Benin. “Espero animar a las diez estudiantes junior que tengo a mi cargo, todas ellas mujeres, para que sigan desarrollando su carrera en el campo de la investigación. Tenemos un reto importante en este ámbito. Espero ser un ejemplo para que continúen adelante y ayudarlas en todo lo posible; seis meses no es mucho tiempo para estar lejos de tu familia. Espero trasladarles el conocimiento que voy a adquirir en estos meses e inspirarlas en el futuro”, explica.

Moshera, natural de El Cairo, también centra sus investigaciones en el campo de la salud y la biomedicina. Sin embargo, en su caso, quiere conocer cómo utilizar los polímeros y las nanopartículas para mejorar los fármacos que se utilizan para combatir el cáncer, ampliando su estabilidad. Al contrario de Omoregie, recién llegada, ella lleva ya varios meses en Deustotech. “Estoy encantada de tener la oportunidad de investigar aquí con esta beca. Estamos tratando de ver cuáles son las ventajas y desventajas de estos productos para mejorar la estabilidad de los fármacos que utilizamos para combatir el cáncer y reducir sus efectos secundarios”, explica con paciencia a los iletrados en este campo científico. “Con esta beca, también estamos investigando mucho sobre antibióticos con amoxilina y viendo qué nanopartículas funcionan”.

Mejor tesis

En Egipto, Moshera, que tiene un doctorado por la Facultada de Ciencias de la Ain Shams University, desarrolla su trabajo en el Centro Nacional de Investigación, “el más importante del país” y que fue creado en 1956. “Incluye varios institutos de ingeniería, medicina, farmacia y medio ambiente, con cientos de departamentos en todos los campos de la ciencia”, relata. En él obtuvo, en 2013, el premio a la mejor tesis.

Es optimista en los resultados de la investigación que lleva a cabo en estos momentos en el Instituto Tecnológico Deustotech, de la universidad bilbaina, y que estos “tengan también su aplicación en biosensores”. Para ella es también la primera vez que viene a Bilbao y no tiene más que palabras de agradecimiento para todo el equipo que le acompaña en la Universidad de Deusto, “que me han ayudado muchísimo desde el primer día en que llegué: Borja, Iñaki, María Jesús...”, enumera.

Para esta mujer, las becas que se incluyen en el marco del programa Ellas investigan, de la fundación Mujeres por África, son “muy importantes para toda la comunidad científica”, ya que ofrecen la oportunidad “de compartir conocimientos entre la comunidad científica, lo que contribuye de forma notable al desarrollo. Tener becas de este tipo suponen una oportunidad muy importante”, finaliza, convencida.