La continuidad de numerosos negocios en Bizkaia está en la cuerda floja. En la actualidad, más de 3.000 pequeñas empresas corren el riesgo de bajar la persiana por jubilación de sus responsables. Las instituciones vizcainas, asociaciones y patronales de hostelería y comercio han puesto el foco en esta realidad. El sector advierte de que la falta de relevo generacional es uno de los grandes handicaps a los que se enfrentará tanto el comercio como la hostelería durante los próximos años. Cada vez se ven más carteles de Cierre por jubilación en establecimientos de toda la vida de nuestras ciudades y pueblos. “La necesidad de relevo de trabajadores en los próximos años, así como nuevas oportunidades para emprendedores que pueden dar continuidad a empresas consolidadas que se verán abocadas a su cierre si no encuentran profesionales que deseen seguir con la actividad comercial”, apuntan desde el sector.

Entre las razones a las que se les atribuye esta realidad destacan por un lado la carencia de un contexto socioeconómico más favorable para abordar con éxito casos de traspaso de titularidad de proyectos, la pandemia del coronavirus, la inflación al alza y el encarecimiento del coste de las materias primas. “Todo ellos son las razones que han ralentizado considerablemente la motivación por asumir nuevos retos”, advierten desde Cecobi. Carnicerías, pescaderías, panaderías, librerías, charcuterías, tiendas de ropa, bares, restaurantes... muchos de ellos negocios de toda la vida bajarán la persiana.

Entre los sectores más afectados por este envejecimiento de las plantillas destacan las carnicerías y charcuterías, así como los comercios dedicados a la venta de prendas de vestir. En concreto, el sector del comercio de la carne y productos cárnicos cuenta con 253 trabajadores con más de 60 años, de los cuales, 202 son autónomos propietarios en la mayoría de los casos de estos establecimientos.

José Rodríguez tomará el relevo del bar Lago que en los últimos años ha regentado Boni García Maider Goikoetxea

En el primer Foro de comercio celebrado en junio en Bilbao, el alcalde, Juan Mari Aburto, hizo hincapié en la pérdida de tejido comercial y hostelero por la falta de relevo. En Bilbao son 4.500 los negocios minoristas distribuidos por los diferentes barrios. En cinco años se calcula que alrededor de 600 negocios, concretamente un 15%, entren en fase de relevo generacional, según fuentes del Consistorio bilbaino.

“El relevo en el comercio es otra de las transiciones que se van a dar en los próximos años y hay que ayudar a pilotarla bien porque siempre hay riesgos y hay riesgo de que se termine echando la persiana”, explicó Aburto. En estas situaciones lo importante es que ese cambio de manos se haga garantizando la viabilidad del negocio. En algunos casos el cambio se suele producir en el seno de la misma familia, del jefe a los mismo empleados; o en otros casos a otros profesionales del sector que deciden darle continuidad a un negocio consolidado.

Es el caso de los hosteleros Josune Doiz y Boni García. A ambos les ha llegado la hora de jubilarse y han tenido la suerte de encontrar la horma perfecta para su zapato. “No estaba entre mis planes dejar mi bar a cualquiera”, resume Doiz. Después de cuatro décadas trabajando en sus respectivos bares, ahora, David y José, dos profesionales del sector con años de experiencia toman las riendas de estos negocios, garantizando su continuidad. “Es una pena echar la persiana porque no hay nadie que los quiera coger”, concluyen.

La cifra

253 Las carnicerías cuentan con 253 trabajadores con más de 60 años, de los cuales, según los registros, 202 son autónomos.