Galdakao. El Mapa de la Ciudad Prohibida elaborado por 70 mujeres de Galdakao hace cinco años ha visto reducidas sus páginas a más de la mitad. No en vano, desde que las vecinas del municipio señalaran en él los puntos negros de la localidad, estos se han reducido en un 65%. Este plano contenía los defectos que presentaba Galdakao en cuestiones como iluminación o accesibilidad. Pero, sobre todo, mostraba esas calles, caminos y plazas en las que las mujeres no se sentían seguras. En total, destacaron 41 puntos en el mapa. De ellos, 25 ya están tachados y otros dos, por lo menos, desaparecerán durante 2013.

Entre los que pasarán a la historia el año próximo está el paso subterráneo de Bengoetxe, que será sustituido por un paso de peatones regulado por semáforos al estilo del que se ha habilitado sobre el antiguo túnel de Plazakoetxe. Igualmente, la rotonda de Altzadi, en el centro urbano, que actualmente carece de aceras, recibirá un buen lavado de cara durante el inicio de 2013, cuando se urbanice toda la zona junto a la nueva promoción de viviendas que está en fase de construcción a escasos metros de la glorieta.

Los puntos negros que han pasado a ser ya zonas seguras se encuentran diseminados por todo el municipio. No obstante, los barrios de Aperribai, Urtebieta y Urreta son los que más luces han ganado estos últimos años. Así, en este primer barrio han sido modificados varios tramos de escaleras, en las que se han colocado barandillas de acero inoxidable y nuevas farolas.

La conexión entre Aperribai y Bengoetxe, con la moderación del tráfico con nuevo asfalto y badenes, ha sido otro de los puntos que ha desaparecido del Mapa de la Ciudad Prohibida. Así, este camino es ahora una de las sendas más utilizadas para el paseo de toda la zona. La carretera de Bengoetxe junto a la escuela de hostelería también ha experimentado un cambio radical. Si antes carecía de bancos y solo contaba con una estrecha acera, ahora es transitable para el peatón por ambas márgenes, cuenta con mobiliario urbano de descanso, luz y zona de aparcamiento.

La calle Urreta también ha dado un giro de 365 grados. Así, el gris asfalto salpicado de coches estacionados ha dado paso a zonas de estancia con arbolado, mucha iluminación y un renovado colegio Urreta.

Otros puntos en los que han intervenido las obras municipales han sido la mejora de la iluminación en el aparcamiento de Meatzeta, en Usansolo, calificado en el pasado como zona oscura, o las escaleras de Juan Sebastián Elcano, en las que "se caía todo el mundo haciéndose averías", según las mujeres, que ahora han dejado espacio para una rampa y barandillas nuevas.

No obstante, las galdakaotarras que acudieron ayer a la presentación de las mejoras llevadas a cabo en el municipio señalaron otros puntos sobre los que actuar: la eliminación del paso elevado de Urreta, la parada del autobús de la carretera general o la adecentación del parque Máximo Moreno.