El Gobierno Vasco ha arrancado el proyecto BIK 2050 para adaptar el entorno de la ría de Bilbao a los impactos del cambio climático y la subida del nivel del mar, según ha informado el Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco. El viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Josu Bilbao, ha presidido la primera reunión del proyecto Bilbao Itsasadarra eta Klima-BIK 2050, cuyo objetivo principal es aportar soluciones de adaptación a los impactos cambio climático en el entorno de la ría de Bilbao, fundamentalmente inundaciones, olas de calor y subida del nivel del mar. BIK 2050 es una de las intervenciones piloto de la mesa KAIA (acrónimo de Klima Aldaketa ImpaktuA), que definió seis intervenciones prioritarias en materia de adaptación climática, concretamente en Bakio, Zarautz, meandro de Astegieta en Gasteiz, bahía de Txingudi, Legazpi y el entorno de la ría de Bilbao.

Según ha informado el Gobierno vasco, el área metropolitana de Bilbao es una zona de especial interés, ya que cuenta con alrededor de 980.000 habitantes, representando casi el 80% de la población de Bizkaia y más del 40% de la población del conjunto de Euskadi. Además de población, también concentra mucha actividad económica e infraestructuras. Por ello, según ha destacado el Ejecutivo, los riesgos climáticos asociados a este entorno (inundaciones, olas de calor y subida del nivel del mar) tienen aquí un impacto potencialmente mayor.

En el proyecto participarán, entre otros agentes, la Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao Ría 2000, la Autoridad Portuaria de Bilbao, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia o los nueve ayuntamientos a orillas de la ría (Barakaldo, Bilbao, Erandio, Getxo, Leioa, Portugalete, Santurtzi, Sestao y Zierbena). También tomarán parte la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología junto con Euskalmet, la Dirección de Planificación Territorial y la Dirección de Salud Pública, bajo el liderazgo del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco, a través de la viceconsejería de Medio Ambiente, la Dirección de Patrimonio Natural y Adaptación al cambio climático, y las entidades públicas Ura-Agencia Vasca del Agua, e Ihobe-Sociedad Pública de Gestión Ambiental.

ANTICIPARSE Y ADAPTARSE

"El proyecto BIK 2050 surge ante la necesidad urgente de anticiparnos y adaptarnos a los impactos del cambio climático en el área metropolitana de Bilbao. Actuar en el eje de la ría es estratégico para la resiliencia y la calidad de vida de las personas que viven y trabajan en esta zona. Está demostrado que el coste de no actuar es siempre mucho mayor que el de actuar", ha destacado Josu Bilbao. El viceconsejero ha señalado que el entramado del estuario de la ría de Bilbao está "altamente poblado y urbanizado" y se estima que unas 20.000 personas viven en zonas con riesgo de inundación fluvial.

Por ello, requiere de intervenciones de adaptación al cambio climático coordinadas y conjuntas entre todos los municipios e instituciones que la componen. "La ría es el elemento común que nos une. Las decisiones que se tomen ahora van a facilitar las intervenciones futuras, buscando siempre el bien común para el conjunto de esta área, con espíritu de cooperación y de gobernanza compartida", ha subrayado.

SISTEMAS DE ALERTA TEMPRANA

Uno de los pilares fundamentales del proyecto BIK 2050 es la implantación de sistemas de alerta temprana y la modelización predictiva de los riesgos climáticos. Para ello, se va a crear un gemelo digital del estuario para la realización de diferentes modelizaciones. Estas herramientas permiten anticipar escenarios de inundaciones, olas de calor y otros fenómenos extremos, facilitando la toma de decisiones informadas y la protección de la población y de las infraestructuras.

Este modelo permitirá, entre otras cosas, la monitorización en tiempo real integrando sensores y datos en tiempo real. Además, se puede supervisar el estado del terreno, detectar cambios o anomalías y actuar rápidamente ante cualquier incidente. Asimismo, contribuye a la planificación urbana y territorial, que permite simular proyectos de construcción, infraestructuras o cambios en el territorio antes de llevarlos a cabo en la realidad.

Tanques de tormentas para evitar inundaciones en Zorrotzaurre B.U.

También habrá una gestión de recursos naturales, ya que facilita el seguimiento de recursos como el agua, la vegetación o el suelo, ayudando en la toma de decisiones para la agricultura, la silvicultura o la conservación del medio ambiente. Del mismo modo, ayudará en la educación y divulgación porque se utilizará como herramienta educativa para visualizar fenómenos geográficos, procesos naturales o históricos de un territorio de manera interactiva.

Josu Bilbao ha destacado que "la integración de tecnologías como el gemelo digital y la vigilancia avanzada reforzarán la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia climática. "Con este proyecto BIK 2050 buscamos demostrar que es posible liderar la adaptación climática urbana a través de la innovación, la cooperación y la acción conjunta. Todo ello nos permitirá posicionarnos en Europa como un buen modelo a seguir", ha asegurado.

DEFINIR ACCIONES

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Los próximos pasos serán que BIK 2050 defina las acciones concretas a desarrollar en cada municipio y entidad participante, y cómo desarrollarlas, con la participación de todas las instituciones y ayuntamientos que tienen competencias en este espacio. Para diseñar el futuro de esta zona, el Gobierno Vasco ofrecerá generación de conocimiento a través de la implantación de sistemas de alerta temprana; modelización predictiva de los riesgos climáticos gracias al gemelo digital; y como pilar fundamental, la construcción de un modelo de gobernanza compartido entre todas las entidades y ayuntamientos con competencias en la ría de Bilbao.

El siguiente paso es que ayuntamientos y entidades competentes en el eje de la ría presenten iniciativas de intervención frente a los impactos del cambio climático, y también problemáticas asociadas al cambio climático para las que no se tenga una respuesta concreta o para las que haya varias alternativas y se requiera de asesoramiento experto. "Sabemos a dónde queremos llegar: necesitamos adaptar el eje de la ría al cambio climático en el corto plazo. Con los datos de la modelización y lo que nos dice la evidencia científica, lo siguiente es poner en marcha actuaciones concretas, pero con una perspectiva integral, buscando el bien común", ha declarado Josu Bilbao.