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Bilbao sigue sin trasladar al osario común los restos de los titulares morosos del cementerio

El Ayuntamiento se muestra comprensivo ante una cuestión “sensible” teniendo en cuenta que no hay falta de espacio

Bilbao sigue sin trasladar al osario común los restos de los titulares morosos del cementerioBorja Guerrero

La reducción de la demanda de las diferentes unidades de enterramiento del Cementerio de Bilbao está beneficiando a aquellos titulares morosos que llevan años sin pagar las correspondientes tasas. A pesar de que el Ayuntamientotendría el amparo legal para vaciar aquellos nichos y panteones de quienes no han abonado el canon para trasladarlos al osario común, por el momento siguen manteniéndolos. “Entendemos que es un asunto muy sensible y como no tenemos problemas de espacio, preferimos seguir insistiendo”, explica Álvaro Pérez, concejal de Saludo y Consumo, en referencia a las miles unidades de enterramiento cuyos propietarios trataron de localizar a través de una llamativa campaña iniciada en 2023 mediante la que llenaron el camposanto de tarjetas rojas. Tras dos advertencias, el Consistorio despojó el año pasado las concesiones a 7.000 titulares. No obstante, el último año han conseguido regular a casi 900 de ellos.

La normativa municipal es clara: “Las concesiones no se pueden comprar ni alquilar. Se consiguen mediante una concesión administrativa y no para siempre. Se adquiere por un periodo limitado, dependiendo de la fecha de adquisición”. Álvaro Pérez explica que fue al inicio de esta legislatura cuando se encontraron con que había un volumen muy grande de titulares que llevaban más de cinco años sin abonar las tasas de estas unidades de enterramiento. Esto se debe a que muchos de esos titulares habían fallecido sin herederos directos o se habían marchado a vivir fuera, lo que provocó que no pudieran localizarse. “En el Cementerio de Bilbao tenemos actualmente unos 400.000 muertos y unas 40.000 unidades de enterramiento de las que había alrededor de 7.000 unidades cuyos titulares no estaban identificados”, explica el concejal, quien señala que prevén que el 80% no vayan a renovar.

La anterior campaña de características similares se llevó a cabo en 2013, poco después de la creación de Bilbao Zerbitzuak. Una década después, en 2023, aprovechando el Día de Todos los Santos –la fecha más concurrida en los camposantos–, se coloraron miles de tarjetas rojas con el siguiente mensaje: “Les rogamos acudan a nuestras oficinas para regular la situación de esta concesión”. El aviso se llevó a cabo, además, mandando un correo ordinario a los titulares de las unidades de enterramiento –puede haber panteones familiares que tengan varios titulares–. “Con esta campaña, que no quisimos que fuera agresiva pero sí llamativa, queríamos poner todo en orden”, explica Álvaro Pérez, sobre esta iniciativa visual emprendida tras perder la trazabilidad de los titulares.

900 RENOVACIONES

Como consecuencia de ello, han conseguido que cerca de 900 titulares hayan renovado las concesiones que se otorgan por un mínimo de 25 años y un máximo de 50 años. “También hemos recabado datos de gente que no va a continuar con ello. Asumen que ya no les interesa la adjudicación. No quieren asumir gastos de familiares muy lejanos o que ni siquiera han tenido un vínculo”, explica Pérez, quien apostilla que, por protección de datos, no pueden concretar cuántos titulares corresponden a dicha casuística. Por de pronto, añade que la intención es agotar las reclamaciones por vía ordinaria. “Y llegará un punto en el que se tomará la vía de vaciar las unidades de enterramiento y trasladar los restos al osario común”, indica sobre una cuestión que se está tratando con mucha laxitud al considerar que es una asunto sensible y que no hay problemas de espacio.

El Cementerio de Bilbao está ubicado en el término municipal de Derio.

“Cada vez hay menos enterramientos. Ahora mismo un 70-75% de familiares optan por la cremación, con lo cual ya no tienen el gasto de lo que supone mantener una parcela de este tipo”, indica sobre las concesiones que van desde los 478,4 euros en el caso de los nichos osarios de segunda hasta los 60.000 euros en el caso de la gran capilla. Ninguna de estas unidades está actualmente disponible, pero el Cementerio de Bilbao cuenta con nichos osarios de primera por 900 euros o con panteones de primera clase por 18.000 euros. Esta tendencia, además, es aún más grande en Euskadi, ya que el informe Radiografía del sector funerario 2025 elaborado por PANASEF, la patronal estatal de las empresas funerarias, atestigua que a nivel estatal no ha sido hasta el año pasado cuando las cremaciones (50,11%) superaron a las inhumaciones (49,89%) por primera vez. 

MANTENIMIENTO

No obstante, hay algo que sí preocupa en Bilbao Zerbitzuak en relación a esas unidades de enterramiento que están en ese limbo. “El problema es que los panteones se van a deteriorar tanto que no van a ser seguros”, expone el edil de Salud y Consumo sobre estas unidades que suelen pasar a disposición del Ayuntamiento cuando terminan las concesiones para volver a acondicionarlas. “Mientras tanto, hacemos mantenimiento preventivo, pero llega un punto en el que hay algunas tumbas que están reventadas, y eso es un peligro”, expone el Pérez sobre una labor que se sufraga con lo que se paga con las tasas, mientras que la limpieza de las unidades de enterramiento corre a cargo de las familias.

Según indica Álvaro Pérez, en el reglamento que han aprobado recientemente, se comprometen garantizar el mantenimiento de aquello con valor arquitectónico. “Tenemos obras de Quintín de la Torre, no son nichos de una familia en concreto”, relata el concejal. Así, el Ayuntamiento deberá hacerse cargo de la difusión y conservación del patrimonio material del cementerio, que pertenece a la Ruta Europea de Cementerios Significativos reconocida por el Consejo de Europa. Por ello, se entiende que es un monumento al aire libre donde se pueden encontrar esculturas, forjados o arquitectura de artistas de renombre desde su inauguración en 1902 hasta hoy. Dentro de esa labor entraría, por ejemplo, la señalización de las sepulturas con un interés patrimonial material o de interés histórico y la difusión de este patrimonio.