El dueño de Pescaderías Vascas se despide con nostalgia del local: "Qué grande parece, qué distinto"

Satur Vilela miraba ayer con nostalgia el local que ha regentado durante los últimos 63 años. Unos operarios retiraban los rótulos de Pescaderías Vascas que cerró sus puertas el pasado 31 de diciembre tras 114 años de historia. Mientras, este gallego octogenario miraba el local vacío donde solo quedaban las balanzas que tantas veces usó. "Qué grande parece, qué distinto", decía con melancolía. Así lo ha contado El Puertito en su cuenta de Instagram donde ha enseñado el proceso de retirada.

En una entrevista a este periódico, Saturnino Vilela que se ha jubilado a los 85 años, contaba que "aprovechará las horas que hasta ahora dedicaba a la pescadería a otros quehaceres", pero que sobre todo, dejaría de levantarse todos los días a las tres de la madrugada.

Tras 63 años al frente del negocio, aseguraba que "uno no termina de acostumbrarse" y que aprovechaba los días de fiesta "para estar dos o tres horas más en la cama". Su hija Ana, que lleva toda la vida ligada al negocio, contaba que "por el momento me voy a tomar un descanso, pero si tengo un proyecto no tendrá nada que ver con el pescado".

Ahora, tras "toda una vida" en Bilbao, Satur se despide de la que ha sido su casa, uno no de los comercios más emblemáticos de la villa, y deja paso ahora a un nuevo local de El Puertito que seguirá la línea del ubicado en la calle García Rivero. Será un espacio más grande y con más capacidad, que sin embargo seguirá manteniendo la esencia y continuará ofreciendo las conocidas ostras.

Tal y como ha asegurado El Puertito en su cuenta de Instagram, "tras charlar un rato con él, nos deseo mucha suerte y nosotros le dijimos que EL PUERTITO era su casa y que podía venir cuando quisiera. Faltaría más!".