La nueva ordenanza que está desarrollando el Ayuntamiento de Bilbao para regular el uso de las terrazas sigue buscando un punto intermedio que consensúe los intereses de los vecinos y de los hosteleros. Después de que estos últimos rechazaran el borrador propuesto por el Consistorio, en el que se contempla, entre otras cuestiones, que los veladores deberán adelantar media hora el cierre, la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao ha emitido un comunicado tildando de “continuista” el texto. En ese sentido, aunque perciben aspectos positivos, consideran que no aborda la saturación de las terrazas en espacios como “la calle Ledesma, la Plaza Nueva o el muelle Marzana”.
En esa línea, la federación considera que el borrador de la nueva Ordenanza de Terrazas de la villa, presentado a finales de 2024, ha sido planteado “de manera uniforme para toda la ciudad, sin tener en cuenta las zonas ya saturadas o la intensidad del tránsito peatonal por las aceras”. Así, censuran que siga habiendo una “privatización abusiva” del espacio urbano en zonas como Abando, donde “la media es de una terraza por cada 108 habitantes, algunas de ellas colocadas en espacios que la misma ordenanza considera no adecuados, como es el caso de las orejetas”.
Se trata de un matiz, el de la congestión, que el Ayuntamiento sí ha tenido en cuenta, por ejemplo, en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para regular las viviendas de uso turísticos en Bilbao, un trámite que se está realizando en paralelo a la Ordenanza de Terrazas. Esta regulación ha identificado cuáles son los barrios de alta concentración de la ciudad –Casco Viejo, Bilbao La Vieja, Matiko, Abando, Indautxu y Olabeaga, aquellos en los que hay más de 2,5 plazas turísticas por cada 100 habitantes– para implantar medidas más restrictivas.
En lo que respecta a la regulación que afectará a los 1.440 veladores que hay actualmente en la ciudad en función de las licencias que se solicitan anualmente, el Consistorio prevé que se pueda fijar una estética uniforme para las terrazas o unos criterios concretos en cuanto a distancias para garantizar los itinerarios peatonales. No obstante, los vecinos determinan que “no se debiera permitir la instalación de mesas frente al local en aceras con una anchura mínima de 2,90 metros, porque esto contribuye a impedir la libre circulación peatonal, haciendo efecto tapón y obligando a los peatones a desplazarse hacia la calzada”. En borrador contempla también que “en caso de que existieran elementos de apoyo o estanciales en la fachada, el itinerario peatonal permanente deberá de ser de tres metros mínimo”, mientras que los vecinos no ven “conveniente” la instalación de “baldas y mobiliario”.
Por el contrario, los vecinos también ven con buenos ojos la prohibición de las estufas de gas en el exterior del local. Sin embargo, desde la Federación afirman se debiera prohibir cualquier tipo de estufa “para caminar en la dirección correcta en la lucha contra el cambio climático”, ya que el borrador de la ordenanza contempla que sí se permitan las calefacciones eléctricas. El propio Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, ya preveía la polarización entre quienes apuestan por prohibir cualquier tipo de calefactor y quienes demandan su presencia en invierno. Por otro lado, los vecinos consideran que es favorable que se regulen las actuaciones musicales libres, “en el sentido de que no se permiten los altavoces ni los amplificadores de sonido”.
ADELANTO DEL CIERRE
Asimismo, desde la Federación de Asociaciones Vecinales consideran “positivo la reducción de media hora en el horario nocturno en sus diferentes tramos, aunque el Ayuntamiento ha intentado compensar con la ampliación de media hora en la apertura”. Este es, precisamente, uno de los puntos más controvertidos de la regulación, ya que los hosteleros consideran que se trata “de un ataque en toda regla contra la hostelería”. En ese sentido, Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, alegaba que “hay un problema de educación que no se soluciona restringiendo el horario de las terrazas de Bilbao”.
El Ayuntamiento deberá mediar entre vecinos y hosteleros con el fin de lograr un punto intermedio que satisfaga el derecho al descanso y la accesibilidad de los vecinos y los intereses económicos de los hosteleros sin que tenga que intervenir la Autoridad Vasca de la Competencia. El borrador de la nueva Ordenanza de Terrazas –hasta ahora no contaba con una normativa, propia sino que se regulaba en la Ordenanza de Espacio Público– pretende abrir un nuevo diálogo con los agentes sociales implicados en relación a un texto, con 41 puntos, que deberá ser refrendado en un pleno municipal para que el que todavía no hay fecha.