Sonrisas, ilusión y felicidad han sido algunos de los sentimientos que han florecido en la tarde de este domingo con la tradicional cabalgata de los Reyes Magos.

La magia de Sus Majestades de Oriente todo lo puede y en el desfile se ha podido comprobar. En un domingo en el que estaba previsto que lloviese y, a pesar de las fuertes rachas de viento, se ha convertido en el mejor día en cuanto a temperatura de las cinco primeras jornadas del año.

Antes de que comenzase el trayecto, Melchor, Gaspar y Baltasar han hecho acto de presencia por primera vez en la Gran Vía ante los gritos de ilusión de los más pequeños.

Cabalgata de los Reyes Magos en Bilbao

Cabalgata de los Reyes Magos en Bilbao Aitor García

Un delirio indescriptible, simplemente mágico, en el que los ojos de los más pequeños han brillado con el paso de Sus Majestades de Oriente. “Mira aita, los Reyes Magos”, han gritado los más pequeños en el momento en el que se han dispuesto a subirse a sus respectivas carrozas.

Cualquier sitio ha sido bueno para subirse y poder ver a los Reyes Magos desde una posición privilegiada: bancos, contenedores y marquesinas de autobús entre otras opciones. Incluso hay quien ha aprovechado la oportunidad y se ha subido a las bocas de acceso a las estaciones de metro que se encuentran en el recorrido.

Acompañados de personajes de películas infantiles como Lilo y Stitch, Moana, Tadeo Jones, Madagascar, Coco y La Edad de Hielo, han estado recorriendo las calles de la capital vizcaina en la que se han vuelto a congregar miles de personas.

Últimas peticiones

Acompañados de sus familiares, los más pequeños han disfrutado de una cabalgata en la que han hecho las últimas peticiones a Sus Majestades de Oriente. El pequeño Borja espera que cuando se levante este lunes tenga “todo” lo que ha “pedido”. “Este año se ha portado bien así que a ver si los Reyes Magos le traen los regalos que ha pedido”, indica su ama, María Trueba.

A medida que las carrozas con los Reyes Magos a bordo se han aproximado al Ayuntamiento de Bilbao, la expectación ha ido en aumento. Quien no ha podido acercarse a entregar su carta en la mañana de este domingo al Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao, lo ha podido hacer a lo largo del desfile.

Mientras llegaba el momento de poder verles en persona después de un año de espera, los carteros reales -quienes encabezaban la cabalgata- han ido recogiendo las cientos de cartas que los más pequeños les han ido entregando con los últimos deseos mientras las carrozas avanzan.

Nervios por los Reyes Magos

Numerosas cartas que un triciclo convertido en buzón y 18 carteras y carteros reales han estado recogiendo e introduciendo en la máquina postal mágica de Sus Majestades con el objetivo de que los más pequeños se despierten en este lunes con la ilusión de encontrar bajo su árbol navideño los regalos que han pedido.

Tras el paso de la última carroza en la que Baltasar viaja a bordo ha sido el momento de los caramelos. Como en años anteriores, la Fábrica de Caramelos ha sido la encargada de cerrar el desfile repartiendo tres toneladas de caramelos sin gluten a través de sus turbinas.

“El año que más caramelos he cogido en mi vida”, han gritado en el transcurso del recorrido mientras se han agachado a recoger el máximo número de caramelos posible. Imanol Garmendia, junto a su hijo pequeño, se han llenado “los bolsillos”. “Cogemos todos los que podemos y luego miramos a ver quién ha cogido más”, apunta Garmendia.

Recibimiento en el Ayuntamiento

La visita de los Reyes Magos ha concluido en el Ayuntamiento de Bilbao. Allí han esperado esperando para darle la bienvenida a Sus Majestades de Oriente el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto -recuperado tras el episodio febril que le obligó a ser evacuado al Hospital de Basurto-, y la concejala de Fiestas, Itziar Urtasun.

Desde el balcón han lanzado varios mensajes en los que remarcaron la generosidad y la solidaridad. “No hay mejor regalo que ver vuestras sonrisas, eskerrik asko denoi”, ha concluido Melchor.