Bilbao definirá la zona cerrada a los vehículos más contaminantes en octubre
La ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones entrará en marcha con moratorias “y mucha pedagogía”
Las manecillas del reloj han comenzado su cuenta atrás; para el próximo año, Bilbao tendrá que poner en marcha lo que se ha venido a llamar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). O, lo que es lo mismo, delimitar un espacio en su casco urbano al que no podrán acceder los vehículos más contaminantes. La normativa que regulará en qué calles se implanta, qué vehículos podrán circular por ellas y cuándo, o cómo se controlará ese acceso estará definida este mismo mes de octubre y entrará después en una fase de exposición pública y alegaciones. Todo con la mirada puesta en ese 2024 en el que, sí o sí, tendrá que estar operativa, eso sí, con periodos de adaptación para que el cambio circulatorio no sea demasiado brusco.
Así lo ha confirmado este martes el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, en una entrevista en ETB1 en la que se le ha preguntado por la puesta en marcha de esa ZBE que, según la Ley de Cambio Climático, debía haber estado operativa ya este año pero cuya aplicación, como en otras muchas decenas de capitales y localidades del Estado, se demorará para su aplicación a lo largo del próximo año.
“Habrá moratorias a la hora de instaurar las medidas y, lo más importante, pedagogía”
“Estamos trabajando ya en ese proyecto”, señaló Aburto, con la intención de que la Junta de Gobierno apruebe antes de que termine este mes de octubre la ordenanza que regulará esta Zona de Bajas Emisiones. “A partir de ahí, comenzará un periodo de participación y de recogida de alegaciones”, enumeró.
La puesta en marcha, advirtió el alcalde, no será fulminante de la noche a la mañana, sino que se establecerán “moratorias” para ir implantándola. Es decir, que las diferentes medidas se irán estableciendo de forma progresiva a lo largo de las semanas.
“Nuestra intención es aprobar en Junta de Gobierno la ordenanza de la ZBE antes de que termine octubre”
Eso sí, lo más importante será hacer “mucha pedagogía”, según admitió el propio alcalde, a la hora de aplicar esta medida, de forma que no genere rechazo en determinados colectivos. “¿Por qué hacemos esto? ¿Para qué?”, planteó Aburto como preguntas a las que hay que responder a la hora de presentar la iniciativa a los ciudadanos. “Para mejorar la calidad de vida, para tener una mejorar calidad del aire, para tener una salud mejor... Si asumimos y entendemos eso, seguramente las medidas que traerá aparejada esta ordenanza se admitirán más fácilmente”.
Previamente a la definición de esa ZBE, el Ayuntamiento de Bilbao lleva ya tiempo trabajando sobre este asunto. Así, por ejemplo, se ha llevado a cabo un estudio pormenorizado sobre el tráfico en la capital vizcaina, con el objetivo de tener datos precisos y reales de su estado actual: cuántos vehículos circulan por sus calles, de qué tipo son, cuántos contaminan... Solo así, sabiendo de dónde se parte, se pueden establecer los objetivos a alcanzar limitando la circulación.
Solo un 0,5% son eléctricos
En concreto, en el último año se han analizado 100.000 vehículos en trece puntos distintos de la ciudad. Y estos son los resultados: el 70% de ellos funciona con motores diésel, el 29% con gasolina -aquí están incluidos también los híbridos- y solo el 1% restante utilizan gas o son eléctricos. Ocho de cada diez son turismos; un 16,8%, furgonetas; un 2,1%, motos, y un 0,4%, autobuses. Su media de edad apenas supera los diez años. ¿Y las etiquetas? Casi la mitad tienen una C, los que usan diésel y fueron matriculados después de 2015, y otro tercio, B, diésel y gasolina posteriores a 2005. En los extremos están los restantes: ese un 14% que, al ser los más antiguos, no tiene etiqueta alguna; un 5% que son ECO, híbridos y poco contaminantes, y un exiguo 0,5% que no emiten emisiones, eléctricos puros e híbridos enchufables.
Con esa radiografía, no es de extrañar que el propio Ayuntamiento calcule que la mitad de los vehículos que circulan hoy en día por Bilbao no podrán entrar a la zona de tráfico restringida, al ser contaminantes. Un dato más: el 2,8% de los vehículos son grandes contaminantes y solo ellos emiten el 22% de todos los gases que el tráfico arroja al aire.