Con la creencia de que un proyecto relacionado con el ocio y la restauración no alcanzaría el apoyo necesario, el ingeniero naval Jaime Oliver propone para el dique del Euskalduna un centro marítimo de investigación y formación en materia de energías renovables. Se trata de “un sueño” que aún no ha presentado de forma oficial a ninguna institución, aunque hoy lo expondrá frente a sus colegas, en el Congreso Internacional de Ingeniería Naval e Industria Marítima que se celebra estos días en el Palacio Euskalduna. “Los resultados del centro repercutirían en la navegación de los barcos del futuro”, asevera sobre la iniciativa, para la que buscará financiación antes de tocar la puerta del Ayuntamiento de Bilbao.

“Este es mi último proyecto. Si no sale tiro la toalla y me olvido de la ría”, afirma el ingeniero de 83 años, que bajo la enseña Oliver Design ha presentado hasta tres iniciativas diferentes para el dique del Euskalduna desde 2017. “Mi ilusión es crear un centro que se acople con el skyline de la ciudad”, expone el ingeniero donostiarra, afincado en Getxo, que en esta ocasión ha diseñado una estructura en sintonía con el lenguaje arquitectónico de la ciudad. “He estado en el Ayuntamiento hasta en dos ocasiones, pero siempre me preguntan por la financiación y los promotores”, revela Oliver. Esta vez pretende llegar a la ventanilla única creada por las diferentes instituciones con competencias en la ría con el respaldo de una empresa que invierta para realizar los prototipos.

Sobre una superficie de alrededor de 2.500 metros cuadrados, el ingeniero naval explica que ha ideado una iniciativa consiste en un “barco varado dentro del dique”, donde se originaría un canal para realizar ensayos. “Se generarían unas piscinas de formación y desarrollo de tecnologías del túnel del viento, del remo...”, expone Oliver, quien pretende dar un impulso tecnológico al desarrollo sostenible además de proporcionar visibilidad al Itsasmuseum buscando la alianza de universidades, centros tecnológicos y energéticos. “El objetivo sería aprovechar un área en desuso para dedicarlo a la investigación, al desarrollo y a la formación”, añade este emprendedor que utilizaría el agua de la ría y la depuraría, proponiendo un programa de investigación en limpieza de aguas de ríos y ensenadas.

Jaime Oliver, frente a la maqueta de su proyecto, durante el congreso del Euskalduna. OSKAR GONZÁLEZ

“No existe en el mundo ningún centro que incorpore ensayos marítimos. Serviría para estudiar la propulsión de los barcos con eficiencia energética”, afirma el fundador de la firma especializada en diseño y arquitectura naval. A su juicio, la iniciativa compensaría una carencia existente en Euskadi, ya que los centros dirigidos a estos ensayos están en otras comunidades como Galicia, Cantabria o Madrid. Paralelamente, idea el proyecto como un espacio de formación para universidades. “Hago un juego de palabras con el máster que se podría impartir, respondería a las siglas MAST: mar, aire, sol y tierra”, indica el ingeniero, quien también visualiza una escuela de salvamento y buceo.

En cuanto al diseño de la propuesta, está divido en tres bloques con forma piramidal. “Las estructuras de hierro se abrirían y se cerrarían en función del viento y crearían un bioclima alrededor del edificio. La parte de arriba evoca estructura de un barco y la de abajo, el casco. Tendría un caparazón para captar la energía solar y, abajo, una especie de jardín verde”, detalla Oliver quien, tras la creación del Museo Guggenheim y la Torre Iberdrola, siguiendo el paseo de Abandoibarra, defiende su proyecto como una continuación lógica, también en sintonía con la idiosincrasia de la grúa Karola. “Quiero prolongar el eje verde más allá del Euskalduna”, expone el ingeniero donostiarra, quien indica que el suyo, de ejecutarse, “sería el primer edificio con techo solar a pie de la ría”.

Con cientos de bocetos trazados a lo largo de varias décadas –“mi vida está en servilletas”, asevera–, Jaime Oliver sabe a qué puertas debe llamar para tantear la viabilidad de su proyecto. La hoja de ruta consistiría en, primero, buscar financiación y, después, crear una empresa gestora para explotar los servicios que ofrecería el centro, en régimen de alquiler. Todo ello, evidentemente, en paralelo a recibir el visto bueno de las instituciones competentes. Mientras tanto, Oliver visualiza el espectáculo con luces y música para 1.500 personas que se llevaría a cabo en la inauguración. “Se podría hacer todos los fines de semana, sería la gran fiesta de Bilbao”, concluye.

Un espacio en desuso

Varias iniciativas infructuosas

El más sonado. El dique del Euskalduna ha sido objeto de diferentes propuestas a lo largo de la última década. Un inversor ruso propuso en 2014 la creación de un edificio con forma de barco que albergara un túnel del viento y una piscina de olas. Sin embargo, tras un periodo de varios años en el que los promotores de la iniciativa –capitaneado por el estudio del arquitecto Iñaki Aurrekoetxea– se dedicaron a tramitar licencias, el Ayuntamiento de Bilbao denegó el permiso.

¿A la cuarta la vencida? Jaime Oliver ha propuesto otros tres proyectos para el dique: el Ría Park en 2017; el BEAC en 2020 y “un barco para el Athletic” en 2021. El más conocido fue el primero, consistente en un parque temático con forma de barco para ofrecer actividades relacionadas con el ocio y el turismo. Ninguna de estas iniciativas llegó a buen puerto.