Un homicidio cometido durante la Nochevieja de 2006 fue el detonante de la guerra al navajero promovida por el ya fallecido alcalde Iñaki Azkuna. Desde entonces, la presencia de las armas blancas en las calles de Bilbao ha sido cíclica, ya que periódicamente se retoma la cruzada contra estos objetos de filo fáciles de obtener incluso por menores. La escalada de crímenes perpetrados con navajas en las últimas semanas ha propiciado que incluso el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, haya reconocido una “proliferación” de armas blancas en las calles. En la villa, concretamente, varios apuñalamientos ocurridos durante las últimas navidades han encendido las alarmas. De hecho, el debate llega mañana jueves al pleno del Ayuntamiento después de que este lunes se detuviera al presunto autor de una agresión con arma blanca acontecida el domingo en Txurdinaga.

La preocupación que generan este tipo de sucesos es uno de los puntos del orden del día de la sesión municipal propuesto por el Partido Popular, que planteará impulsar una campaña informativa sobre la prohibición de portar armas blancas. Además, solicitarán incrementar la cuantía de las sanciones por llevar elementos como navajas o machetes –con multas que van desde los 601 a los 30.000 euros–, así como el aumento de materiales para la Policía Municipal contra los agresores, tales como chalecos antipinchazos o pistolas taser.

Estas medidas se tratarán tras la cascada de incidentes ocurridos durante el último mes. En la mañana de Navidad dos jóvenes fueron apuñalados durante una discusión a la salida de un bar de copas en la céntrica plaza de Indautxu. Ese misma noche, otro hombre resultó también herido en la pierna por arma blanca en el barrio de San Francisco. El día de Reyes, un menor de 14 años fue apuñalado por otro de 16 años en Santutxu. La víctima sufrió un desgarro muscular de unos 10 centímetros y requirió puntos de sutura. El agresor, que cometió el ataque en compañía de un grupo de menores, fue detenido pocos días después en Otxarkoaga.

El último asalto de este calibre fue cometido el pasado domingo en Txurdinaga. Han sido las pesquisas policiales las que han permitido detener al presunto agresor de 30 años este lunes en Abando. Según el Departamento vasco de Seguridad, se trata del responsable de atacar a otro hombre que resultó herido en la zona costal. Antes de que la víctima fuera trasladada en ambulancia a un centro hospitaliario –si bien las heridas no revestían gravedad–, el asaltante huyó de la escena del crimen. A raíz de la investigación iniciada por la Ertzaintza, el presunto autor de los hechos fue localizado en la tarde del lunes. Posteriormente fue trasladado a dependencias policiales para ser puesto a disposición judicial.

‘Guerra al navajero’

Como consecuencia de la gravedad de los sucesos ocurridos en los días previos –entre los que destaca el asesinato del joven Lukas Agirre tras recibir dos puñaladas el día de Nochebuena en el exterior de una discoteca de Donostia–, a comienzos de año el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, reconoció que la Ertzaintza ha detectado, “desde hace dos o tres años”, la “proliferación” de armas blancas en las calles. De hecho, aportó una serie de datos: entre noviembre de 2021 y el mismo mes de 2022 se registraron “650 hechos delictivos violentos con arma blanca”. Asimismo, recordó que portar una navaja en la vía pública supone un incumplimiento de la ley de seguridad ciudadana y que, por este motivo, se han registrado 1.070 infracciones. “Es un hecho que nos llama la atención y sobre el que hay que actuar”, admitió Erkoreka, quien precisó que se debe implicar a “distintas instancias”, además de a la Policía, ante lo que considera un hecho “cultural”.

Y se trata de un hecho, asimismo, recurrente. La popular guerra al navajero impulsada por el ya fallecido alcalde Iñaki Azkuna se remonta a 2006, como consecuencia del homicidio de un taxista y el apuñalamiento mortal de un joven en Nochevieja. A raíz del operativo promovido por el primer edil de entonces, los cacheos realizados dieron como resultado el decomiso de 418 armas blancas ese año. En 2011, sin embargo, la guerra al navajero volvió a reavivarse como consecuencia del asesinato de Kepa Mallea, un profesor jubilado de 65 años, que fue atacado por un hombre con trastornos mentales que, además, hirió a otras seis personas. “Vamos a perseguir al delincuente, esté cuerdo o loco, porque cuanta más prevención haya, menos ocurrirán los hechos”, prometió, entonces, Azkuna.

En cualquier caso, el aumento de la delincuencia en relación al uso de armas blancas detectado en los últimos meses no se delimita ni a Bilbao ni a Euskadi. Durante el último año, las grandes urbes del Estado, como Barcelona, Madrid o Sevilla, han registrado numerosas peleas con la vinculación de bandas de menores que portaban navajas o machetes. De hecho, la facilidad con la que estos objetos se pueden adquirir en internet, donde no hay control ni registros, ampara su proliferación entre los menores.

Reglamento

¿Se Puede portar una navaja?

Prohibición. El Reglamento de armas determina que para un particular queda prohibida la comercialización, publicidad, compraventa, tenencia y uso de las navajas no automáticas cuya hoja exceda de 11 centímetros, medidos del tope del mango hasta el extremo. Además, el portador debe ser mayor de edad y el cuchillo o la navaja en cuestión no debe tener más de un filo.

Exenciones a la norma. Quedan fuera de la prohibición antes expresada la compraventa y tenencia exclusivamente en el propio domicilio, con fines de ornato y coleccionismo, de las navajas no automáticas cuya hoja exceda de 11 centímetros. Asimismo, tampoco está prohibido para profesionales que necesiten el uso de estos utensilios para el desempeño de su profesión, tales como carniceros, pescaderos o cazadores, entre otros.