BILBAO. El bar Negresco y la Taberna Iturriza de la Plaza Nueva han recibido la txapela que les acredita como campeones del quinto concurso de gildas y el primero de grillos del Casco Viejo de Bilbao, respectivamente. En el concurso han participado un total de 32 establecimientos a lo largo del mes de octubre.
Los organizadores del dible certamen, la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Bilbao ha entregado esta mañana los galardones a todos los premiados. En la categoría de gildas, la Cervecería Casco Viejo ha logrado el segundo premio y Beltza Taberna, en Barrenkale 13, ha conquistado el premio de la votación popular. El segundo mejor Grillo ha sido para el Café Lago y el premio popular para en el bar Sarkue.
Además, se han entregado tres tarjetas ‘opari BBK', de 100 euros cada una, a los clientes que votaron en los concurso y que han resultado agraciados. Uno de ellos, un soriano residente en Madrid que ya ha mostado su itención de regresar a Bilbao para poder gastar su cheque regalo.
Misma receta
En la calidad de los ingredientes reside, precisamente, el secreto de ambos pintxos. Sin cambiar un ápice su receta, las gildas "de toda la vida" que elaboran del José María Pascual y Loli Fuentes, propietarios del Negresco, son un clásico en el Casco Viejo. "Son las típicas gildas, con ingredientes excelentes y, sobre todo, con un aceite virgen extra excelente", remarca Fuentes, que ha visto cómo cientos de personas llegan llegado exclusivamente al Negresco a probar sus gildas. "Siempre tenemos gildas, y, si no, las preparamos al momento, y siempre son las mismas, con los mismos ingredientes y la misma calidad", señala.
Además de los ingredientes, la receta tiene un orden: aceituna, piparra, antxoa, piparra, antxoa y aceituna. Y después, el aceite, que, en el caso del Negresco es mezcla de las variedades arbequina y picual, aunque este último en proporción muy pequeña, "para que no amargue la Gilda".
En el caso del grillo ganador, la receta es también clásica y sencilla, al mismo tiempo. Patata cocida, cebolleta y lechuga y una muy buena presentación, para comer de un bocado. Entre los secretos, "la parte de la lechuga más próxima al tronco", según explica Maren Iturburu, propietario de Iturriza Taberna. "Este es un pintxo clásico de postguerra, cuando se usaban las sobras, y querido recordar el origen del pintxo", explica. No obstante, el aceite virgen extra es fundamental en su receta, así como una cebolleta que no endurezca el sabor del pintxo. Y un aliño equilibrado, por último.