Si la semana pasada el Surne Bilbao Basket se regaló en la República Checa la victoria más amplia de su historia, un inapelable 51-105 ante el Brno que sirvió para curar las heridas provocadas por el adverso debut europeo en casa ante el Peristeri y el horrible encuentro protagonizado en Badalona ante el Joventut, el conjunto de Jaume Ponsarnau se dio este miércoles un nuevo festín continental aniquilando a domicilio al Kutaisi georgiano (62-113) en otro encuentro sin ninguna historia en el que los hombres de negro fueron absolutamente superiores a su rival de principio a fin.

En otro choque de constantes vitales más similares a las de un entrenamiento, los visitantes se dedicaron a aprovechar lo máximo posible el desplazamiento. Actuaron con absoluta seriedad, lucieron sobresaliente efectividad en ataque, desplegaron la energía y competitividad necesarias para borrar de la pista a su adversario y continúan reafirmándose en ese proceso de construcción de mecanismos grupales que es tan necesario para afrontar los duelos de mayor competitividad.

El dominio desplegado por los de Jaume Ponsarnau en el Tbilisi Arena fue tal que acabaron firmando la segunda victoria más amplia de su historia, fundamentada en esos 113 puntos que suponen su mayor anotación en encuentro oficial. Los chavales alistados para esta ocasión, Bingen Errasti y Kepa De Castro, jugaron diez y cinco minutos respectivamente, con la canasta que puso el lazo a la plusmarca anotadora para el primero y un triple para el segundo, seis jugadores facturaron puntos en dobles dígitos liderados por los 21 de un Justin Jaworski en clara línea ascendente y los 16 de Aleix Font, de nuevo aprovechando los minutos continentales, y el reparto de acción pudo ser equilibrado, sin que nadie llegara a los 22 minutos de presencia en cancha, cifra que rozó un Bassala Bagayoko necesitado de acumular rodaje tras reaparecer el pasado domingo tras su lesión de hombro.

Arrollador

Ya desde la canasta inaugural, obra de Jaworski mediante un triple lateral, quedó totalmente claro que el encuentro iba a carecer de cualquier atisbo de equilibrio o competitividad. Al conjunto visitante ni siquiera le hizo falta exprimir sus engranajes defensivos para hacerse valer, ya que encontró enormes dosis de facilidades y acierto de cara al aro rival, sintiéndose dueño y señor tanto de las distancias cortas como del perímetro, con Font, Melwin Pantzar, Margiris Normantas y Darrun Hilliard sumándose muy pronto al tino del escolta estadounidense. La primera ventaja de dobles dígitos tardó poco más de seis minutos en instalarse en el luminoso (10-20) y aquellos ataques de los anfitriones en los que el conjunto de Ponsarnau optaba por presionar la subida de balón acababan en robos y canastas cómodas. ¿El resultado? Un contundente 15-31 al término de los diez primeros minutos, en los que Errasti sumó ya más de dos en pista, con un 5 de 7 en tiros de dos puntos, 6 de 10 en triples y marcada a fuego ya la tónica general que iban a seguir los acontecimientos en cancha.

Porque del Kutaisi apenas hubo noticias. Totalmente empequeñecido y dominado, solo le faltaba esperar el paso de los minutos para quitarse la tormenta de encima, con fogonazos muy esporádicos de Detrek Browning, Marqus Gilson o Nika Darbaidze que ni de lejos alteraban la dictadura establecida por los hombres de negro, que siguieron a lo suyo, ampliando ventajas sin prisa pero sin pausa y sin tener que exprimirse, ni muchísimo menos.

A poco más de siete minutos del ecuador de la contienda, la ventaja era ya de veinte puntos (18-38) y con Tryggvi Hlinason absolutamente incontrolable debajo del aro y los triples entrando sin parar no dejó de crecer, llegándose al descanso con un 27-61 absolutamente imperial y Jaworski y Font como puntas de lanza de la ofensiva. Mientras que la escuadra georgiana pasaba por muy poco del 21% de acierto en los lanzamientos de dos puntos, los visitantes volaban con su 70%, acompañado por un excelente 50% en triples.

Sin cambios

Tras la reanudación, los locales se abrazaron al juego uno contra uno de sus exteriores como único método para mover con cierta constancia sus guarismos en ataque. Incluso redujeron tímidamente su desventaja en una corta fase del choque en la que parecía que los visitantes tampoco estaban por la labor de hacer demasiada sangre, pero entre Martin Krampelj, Luke Petrasek y el insaciable Jaworski devolvieron la contienda al anterior guion. El más cuarenta (49-89) llegó ya con el último cuarto en juego tras un mate de Hlinason y los dos equipo estaban ya deseosos de que los acontecimientos en cancha llegaran a su fin.

Eso sí, los canteranos que entraron ayer en la convocatoria por los ausentes Harald Frey y Amar Sylla aprovecharon el palizón para gozar de minutos en un contexto continental que les es favorable. Así, De Castro pudo celebrar un triplazo lateral para el 58-107 mientras que Errasti firmó la bandeja al contraataque que cerró el choque con el definitivo 62-113. El Surne Bilbao Basket volvió a añadir combustible a la caldera de su confianza antes de afrontar dos importantes exámenes a domicilio: el sábado visitará al Baxi Manresa en la Liga Endesa, mientras que el miércoles de la próxima semana hará lo mismo con el Peristeri, con el liderato del Grupo E de la FIBA Europe Cup en juego.