El 15 de octubre de 2005 un base de 14 años jugó en Granada su primer partido en la Liga ACB. Era Ricky Rubio, en ese momento el jugador más joven en debutar en la competición. Ese mismo día, un pívot de 18 años llamado Ante Tomic anotó 12 puntos y cogió 3 rebotes en la visita del KK Zagreb al Vojvodina Novi Sad dentro de la Liga Adriática. En aquel equipo del Joventut al que Rubio llegó siendo casi un niño había nombres como Elmer Bennett, Paco Vázquez, Álex Mumbrú, Rudy Fernández y Marcelinho Huertas. Por su parte, Tomic compartía vestuario con Krunoslav Simon o Nikola Garma, cuyo hijo Toni milita ahora en el equipo junior del Real Madrid.
Han transcurrido veinte años desde ambos partidos, pero el inexorable paso del tiempo no ha hecho mella y ha querido que las carreras de los dos jugadores se encuentren en la madurez y más allá en la Penya donde están cumpliendo el mandamiento del baloncesto, incluso en estos tiempos, de que con un buen base y un buen pívot se puede construir. Y si son de los mejores que ha conocido la Liga Endesa, los resultados tienen que saltar a la vista como está ocurriendo con el Joventut, que recibirá este domingo al Surne Bilbao Basket sin haber perdido ninguno de sus cuatro partidos oficiales, dos en la Liga y otros dos en la Champions League.
Durante el verano, el Joventut ya dejó algunos movimientos interesantes como la renovación de Sam Dekker y los fichajes del dúo sueco Ludde Hakanson y Simon Birgander, que volvía también a Badalona tras dos años en Murcia. Pero la confirmación definitiva de Ricky Rubio después de pausadas conversaciones con el club, elevaba de inmediato el techo competitivo del equipo verdinegro, a poco que la versión del jugador de El Masnou fuera buena tras un año fuera de las canchas. Ya está ocurriendo eso porque la combinación del base de 34 años y el pívot de 38 años, que salen desde el banquillo, ofrece ilimitadas posibilidades tácticas al técnico Daniel Miret, que sabe que contar con piezas de semejante nivel también supone un reto para él en cuanto que le pueden hacer mejor.
Históricos
Ante Tomic debutó en la ACB mediada la campaña 2009-10 con el Real Madrid en un partido ante el Gipuzkoa Basket, y cumple ya su decimoséptima temporada, la sexta en Badalona. No será la última porque el jugador de Dubrovnik ha renovado hasta 2028 cuando tendrá ya 41 años. Su fiabilidad, disponibilidad y regularidad le avalan ya que en las dos jornadas disputadas hasta ahora y en toda la campaña anterior no ha bajado de los diez puntos de valoración. Son ya 602 encuentros en la Liga Endesa en la que ya ha alcanzado rango de jugador histórico. De momento, Tomic sigue sacando máximo provecho a sus minutos: en medio partido promedia 16 puntos, 8,5 rebotes y 3 asistencias.
También debería ser histórico en la liga Ricky Rubio, aunque no vaya a alcanzar el número de partidos oficialmente requeridos. Con 34 años, el base acumula 222 encuentros repartidos casi a partes iguales entre el Joventut y el Barça. Su mirada no va más allá de esta campaña, de disfrutar de nuevo en una cancha y recuperar la sonrisa, algo que no pudo conseguir en su fugaz regreso al Barça hace dos años porque, probablemente, se crearon unas expectativas personales y colectivas demasiado elevadas. Así, su calidad no ha tardado en salir a relucir y también en apenas 20 minutos aporta 15 puntos, 2 rebotes y 5,5 asistencias. Además, su poder de atracción es indudable y en un entorno más amable su figura es respetada y querida.
Alrededor de Rubio y Tomic, que cuando se asocian en el bloqueo directo manejan todos los registros y casi siempre suceden cosas positivas, todo tiene que resultar más sencillo y por eso el Joventut es uno de los equipos a seguir esta temporada. Sobre todo porque trata de bajar las pulsaciones de los partidos, en contra de la tendencia general, para aprovechar al máximo la veterana clarividencia de su base y su pívot en el juego a medio campo que les permite ver espacios y líneas de pase donde otros solo ven muros de brazos y piernas.