Las últimas informaciones sostienen que todos los lesionados podrían estar en condiciones de reaparecer este domingo frente al Elche. En el listado de altas figuran hasta cuatro piezas consideradas básicas en el equipo de Ernesto Valverde, en concreto por su enorme influencia en el juego de ataque. En orden de recuperación serían: Sancet e Iñaki Williams, presentes en las sesiones grupales desde el martes, y Nico Williams y Berenguer, que se pusieron a trabajar con todos al día siguiente. La evolución física de este cuarteto durante el paréntesis liguero que está a punto de expirar era sin duda el aspecto que mayor interés despertaba en el entorno del Athletic.
Ahora queda por comprobar cómo gestiona el entrenador su integración en la alineación, pues se trata de lesiones, bajas y plazos de rehabilitación diferentes entre sí. Además, tampoco es cuestión de forzar las cosas pensando en el intenso calendario que hay por delante. Se irá viendo el estado de cada uno de los citados, aunque si hubiese que apostar por quién será capaz de retomar enseguida el hilo de la competición y responder, no necesariamente este domingo, existen diversos motivos para decantarse por Berenguer.
Sin embargo, más que posible es incluso probable que la atención esté enfocada en cualquiera de los otros tres. Preferentemente en Nico y Sancet, con el capitán en un segundo escalón. Nada que cause extrañeza. La deducción se apoya en el eco mediático que generan, en el tratamiento que reciben por parte de la prensa y en redes y, como consecuencia de lo anterior, en la fama que gastan.
Desde esta perspectiva, la repercusión de lo que hace o deja de hacer Berenguer no sería equiparable a la de sus compañeros. En el fondo, prevalece la convicción en la opinión pública de que, admitido que es un futbolista importante, no logra el impacto del resto en el rendimiento global del Athletic. Bueno, pues los datos y las valoraciones de la anterior temporada, que constituyen la referencia más próxima y fiable, contradicen abiertamente semejante criterio. En realidad, vienen a demostrar que su aportación mereció la nota más alta, no ya entre los delanteros, sino de la plantilla al completo.
A principios de mes se cumplieron cinco años de la llegada de Berenguer a Bilbao. Vino del Torino, donde estuvo tres campañas, a cambio de once millones y medio. Arrancó su nueva etapa con un bonito registro de nueve goles, lo que le sirvió para darse a conocer y atenuar su irregularidad. Al año siguiente no lo pasó bien, obcecado con la portería según revelaron tanto Marcelino García como él mismo posteriormente.
COMODÍN IDEAL
En el trienio ya cubierto de Valverde, al navarro le ha tocado competir con las versiones más brillantes de Nico y Sancet, con la explosión de Guruzeta y con la gozosa reconversión de Iñaki Williams como extremo. Todo ello le abocó a pelear por cada minuto, situación que acaso no imaginó cuando aterrizo procedente de Italia; al fin y al cabo, entonces lucía la vitola de refuerzo de lujo.
En esa pugna permanente por abrirse camino, Berenguer se ha labrado un reconocimiento gracias a su envidiable disponibilidad, reflejo de profesionalidad y fortaleza, y a una polivalencia que ha ido cultivando con naturalidad hasta convertirse en el comodín ideal.
Durante este lustro como rojiblanco, solo Iñaki Williams, un portento físico, ha jugado más partidos que él, tres para ser precisos. Berenguer arroja una media anual levemente superior a los 44 encuentros. El pasado ejercicio estableció su récord en 53, con 38 titularidades, seis tantos y una decena de pases de gol. Marcaron más Sancet y los Williams o Guruzeta, pero ninguno emuló su nivel ni la cantidad de soluciones que le brindó al entrenador. Acaso Sancet brillase como nadie, pero solo estuvo en 36 partidos. De hecho, Berenguer cubrió su sitio de inicio en doce ocasiones.
Antes de abordar la que de momento es su mejor temporada en el Athletic, renovó contrato. La noticia se comunicó en julio de 2024. El acuerdo consistió en prolongar el vínculo hasta 2027 y se produjo en un marco algo confuso. Su protagonismo había decrecido, le costaba figurar en el once, y encima el club había fichado a Djaló; en medio de los nubarrones, varios pretendientes llamaban a su puerta. Berenguer aseguró que, pese a que la negociación se dilató, su idea siempre fue no moverse del Athletic.
El club se lo puede agradecer: en el año del regreso a Europa, Berenguer se salió. Resulta evidente que se halla en la denominada mejor edad para el futbolista, representa un ejemplo claro de maduración. Si a estas alturas no se le echa de menos, será porque no acostumbra a faltar; pero conviene que esté, el de la pizarra y el grupo lo agradecen. Aunque los ojos del aficionado medio tiendan a fijarse en otros, en la actualidad Berenguer no tiene nada que envidiar a nadie.
La cifra
229
Son los partidos oficiales que Alex Berenguer ha jugado con el Athletic en las cinco temporadas que lleva en el conjunto rojiblanco (156 como titular y 73 de suplente), en los que ha marcado 34 goles. El navarro suma 183 encuentros de LaLiga, 26 de Copa, 14 de la Europa League, uno de Champions y 5 de la Supercopa. Este curso, el atacante ha participado en 7 duelos, con un total de 523 minutos.