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Bilbao Basket 104-111 Zaragoza

El Bilbao Basket se choca con las prórrogas, el muro de siempre

El Bilbao Basket, de nuevo esforzado, pero poco certero, pierde su cuarto partido de la temporada tras jugar prórroga, lo que ha acabado reflejado en la clasificación y le ha impedido aspirar a cotas mayores en la Liga Endesa

El Bilbao Basket-Zaragoza, en imágenesOskar González

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El Bilbao Basket se volvió a pegar contra su gran muro de esta temporada: cuatro prórrogas ha jugado, cinco si se cuenta la de ayer como doble, y ha perdido todas, lo que al final va a tener su reflejo en la clasificación. Los hombres de negro se vieron superados al final por el mayor oficio del Casademont Zaragoza, que resolvió mejor en los minutos decisivos y se llevó una victoria que supone más para sus aspiraciones porque les permite seguir en la carrera por una plaza europea, incluso por disputar alguna de mayor nivel. El Bilbao Basket juega estos últimos partidos sin objetivos claros, por eso que se llama el prurito, pero la gasolina ya escasea y no es fácil tener las piernas frescas y la mente clara. De hecho, las dos últimas derrotas en casa, ante el UCAM Murcia y ayer, han llegado en la prórroga. También hubo otra en Andorra en la que Rubén Domínguez falló el triple que podría haber forzado otros cinco minutos añadidos.

Todo lo certero y maduro que el equipo bilbaino se ha mostrado en los partidos europeos para salir de situaciones muy apuradas ha sido lo contrario en la Liga Endesa, con errores evitables en posesiones determinantes, como ocurrió ayer en los tiros libres o en lanzamientos cercanos al aro. Los rivales, que tienen más calidad, lo han penalizado. El Zaragoza encontró una buena aportación bajo los aros del joven Traoré y su dominio en el rebote le permitió compensar sus 24 pérdidas de balón. El Bilbao Basket tiró más veces, pero tiró peor y eso acabó por determinar la suerte del partido. Los jugadores de Rodrigo San Miguel, que sumó su primer triunfo como entrenador principal en la Liga Endesa, encontraron tiros lejanos de Yusta, González y Dimsa para agarrarse al partido cuando el reloj les apremiaba y el equipo de Jaume Ponsarnau veía cerca la victoria.

Los locales, con varios jugadores fuera de foco, no supieron cerrar el duelo tras haber dominado el marcador durante cuarenta minutos e hicieron tres de doce en tiros de campo y tres de seis tiros libres en el último cuarto. El palmeo sobre la bocina de Bagayoko dio al Bilbao Basket una segunda oportunidad, pero en esos cinco minutos definitivos todo acabó en manos de Trae Bell-Haynes y Bojan Dubljevic, los dos jugadores mejor pagados del conjunto maño que hicieron honor a su fama para resolver en la segunda prórroga con los dieciséis puntos de su equipo, cinco de ellos desde la línea de tiros libres.

No fue la primera vez que al Bilbao Basket se le escapaba un partido en el último minuto en una campaña a la que le han faltado esas dos o tres victorias más cuya utilidad, en todo caso, sería menos valiosa que el título europeo logrado en Salónica, que sirve como salvoconducto para volver a abrir las puertas de las competiciones continentales. Ha sido de los grandes debes de este curso y que habrá que resolver de cara al próximo curso, teniendo en cuenta que en el baloncesto no hay certezas, sobre todo si no se reduce el margen de error con el dinero. Por ejemplo, las expectativas del Zaragoza eran mucho más importantes por su inversión en plantilla y apenas suman un par de triunfos más que los bilbainos.

Faltan un par de partidos muy duros para acabar un curso exigente y el Bilbao Basket tendrá que encontrar la manera de mostrarse competitivo ante el Baskonia en el Buesa Arena, donde acudirá de nuevo como víctima propiciatoria ya que los gasteiztarras pueden amarrar el play-off con una victoria, y ante el Barça en Miribilla para cerrar de nuevo la temporada como pasó en la anterior. Los aficionados más exigentes e inconformistas pueden pensar que las cosas deberían haber ido mejor, incluso con un trofeo europeo en la mano, lamentar y buscar responsables por esos dos o tres triunfos más que no llegaron y que, por otra parte, todos los equipos creen que merecen. También habrá quien considere que la temporada del Bilbao Basket ha sido meritoria, al margen de lo que diga al final la clasificación de la Liga Endesa. La realidad es que los hombres de negro han sido un rival difícil de batir, han aguantado de pie muchos golpes, pero en muchos momentos les ha faltado pegada, contundencia, para hacerse valer. Pero en el deporte no valen los méritos, sino los resultados que no solo dependen del trabajo y el esfuerzo.