En una temporada de celebraciones, Jaume Ponsarnau también puede disfrutar de una particular y es que en el partido de mañana ante el Zaragoza cumplirá cien partidos de la Liga Endesa como primer entrenador del Bilbao Basket. Se trata de una cifra significativa ya que solo Txus Vidorreta, con 189, y Fotis Katsikaris, con 132, han alcanzado el centenar de choques entre los técnicos que han dirigido al conjunto vizcaino en sus veinte campañas en la máxima categoría. Álex Mumbrú se quedó muy cerca, en 98, condicionado por la pandemia que recortó la temporada 2019-20.

Ponsarnau acabará esta temporada con 102 y tendrá la oportunidad de ampliarla en la próxima, que sería su cuarta en el banquillo de Miribilla. El técnico de Tàrrega acumula 38 victorias y 61 derrotas hasta ahora en el Bilbao Basket, aunque su logro más destacado en ninguna de las 99 jornadas ha estado el equipo en posiciones de descenso, un dato que va a mejorar en los tres jornadas que quedan para acabar la actual campaña ya que la permanencia está asegurada un curso más. Ponsarnau ha hecho de la necesidad virtud y con los escasos recursos de los que ha dispuesto el club en estos años ha armado bloques competitivos y ha logrado el objetivo prioritario sin sufrir en ninguna de las tres campañas.

El entrenador del Bilbao Basket está en su decimoquinta campaña como primer entrenador en la ACB, a la que llegó en 2007 de la mano del Manresa. Con el equipo del Bagès dirigió 202 encuentros en la élite. En el Valencia Basket, donde cubrió dos cursos como ayudante de Pedro Martínez y Txus Vidorreta, alcanzó la cifra de 111 que quizás supere con el Bilbao Basket. Los 42 partidos que sumó con el Gipuzkoa Basket y los 22 con el Zaragoza, su rival mañana, completan los 477 que Jaume Ponsarnau ha dirigido en la Liga Endesa, con un total de 197 victorias y 280 derrotas, lo que supone un balance del 41,3%.

“Me alegra porque quiere decir que me habéis aguantado y os he aguantado”, bromeó, “y lo importante es que sigo manteniendo la ilusión por cumplir más todos juntos”, apuntó el técnico catalán sobre una cifra que también revela que “me estoy haciendo mayor”. Y es que bromeó con un detalle significativo del choque ante el Zaragoza y es que “por primera vez voy a enfrentarme a un jugador al que he entrenado”. Ponsarnau dirigió en Valencia a Rodrigo San Miguel, quien, pese a su escasa experiencia en los banquillos, se hizo cargo del equipo maño hace un par de jornadas tras la destitución de Porfirio Fisac. El caso es que el entrenador del Bilbao Basket, que este verano se hará cargo de la recuperada selección española B, es un ejemplo de constancia y resistencia con un estilo al borde la pista alejado del histrionismo y los gestos para la galería.

SEGUIR EL CAMINO

Tras llevar a su actual club al primer título de su historia en la FIBA Europe Cup, Jaume Ponsarnau comentó al diario Segre de Lleida, su provincia natal, que no ha sentido la necesidad de cambiar su forma de proceder en los banquillos: “Siempre supe que tenía que ser fiel a mi estilo, a quien soy. Empecé entrenando a niños pequeños y eso me ha marcado. No sé si me ha impedido dar algún paso más grande, pero estoy muy orgulloso de haber seguido mi propio camino”. Ese camino le ha hecho ser más apreciados por sus colegas y los jugadores que ha dirigido que por los aficionados, que probablemente le hayan juzgado apoyándose en los aspectos más superficiales de su profesión, aquellos que tienen poco que ver con el trabajo del día a día.