El Bilbao Basket toma ventaja ante el PAOK en la final de la Fiba Europe Cup
El Bilbao Basket toma la iniciativa ante el PAOK después de un partido muy trabado que, probablemente, se parecerá bien poco al que se jugará la semana que viene en Salónica
Esto es una final europea y no puede ser sencillo, como posiblemente pensaba mucha gente llevada por la euforia del momento. El Bilbao Basket viajará la semana que viene a Salónica con siete puntos de ventaja que pudieron ser más y también menos, pero que al menos dan la iniciativa al equipo de Jaume Ponsarnau. Se aspiraba a una ventaja más amplia, casi definitiva, pero quizás era una previsión poco realista ya que parece bastante equilibrado el potencial de ambos equipos. La tensión de disputar un título muy importante para ambos conjuntos se reflejó en las estadísticas ya que hubo muchos errores desde la larga distancia, muchos de ellos forzados porque el Bilbao Basket y el PAOK trataron de negar el paso a la zona.
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Pasado el irreal acierto del inicio del partido, con cinco triples que fueron las cinco primeras anotaciones, al Bilbao Basket le costó generar ventajas en ataque ya que la defensa helena, con alternancias en zona, elevó su nivel físico, ya no concedió tanto espacio a los tiradores y llevó a los hombres de negro a tener que empezar los ataques desde demasiado lejos, sin encontrar claras situaciones a partir del bloque directo. El partido se trabó ya que los árbitros decidieron en ese rato del segundo cuarto pitar todos los contactos y los 24 tiros libres lanzados por los dos equipos enfriaron el ambiente y mataron el ritmo del partido.
Ritmo bajo
Al PAOK le interesaba ese situación porque redujo la distancia de doce puntos y generó dudas y nervios en el Bilbao Basket al que se le escapó la inspiración. En cuanto los helenos redujeron la distancia a un margen manejable y que no les generaba prisas, hubo que jugar otro partido en el que cualquier detalle podía decantar la balanza ya que ninguno de los dos equipos logró enganchar un racha anotadora para romper el marcador.
El Bilbao Basket careció de profundidad en las continuaciones de sus pívots, entorpecidos en su camino por los cambios defensivos del PAOK, y no hubo capacidad de ligar pases por lo que tuvo que tirar de coraje para recuperarse de una desventaja de cuatro puntos al final del tercer cuarto.Pantzar y Frey resolvieron algunas situaciones apuradas en unos minutos en los que faltó anotar algún tiro liberado para no tener que depender del trabajo defensivo, que la mayoría del encuentro fue notable, excepto a la hora de cerrar el rebote.
Las defensas no cedieron un metro, a costa de provocar muchos contactos, y en el último cuarto se jugó con el cuchillo entre los dientes. El Bilbao Basket no encontró el acierto, solo dos triples anotó después del primer cuarto, y los griegos tampoco, aunque todos sus ataques, largos, pausados y con muy pocos pases, acababan en manos de Reynolds para resolver en uno contra uno o dar una asistencia definitiva. Con nueve puntos de ventaja, el Bilbao Basket perdió un balón que podía haber dado una diferencia mayor y el PAOK encontró dos puntos para cerrar el marcador y dejar todo abierto.
Ahora los dos equipos ya se conocen lo suficiente, las cartas están sobre la mesa y quedan cuarenta minutos o más. El PAOK podrá preparar la vuelta con mimo ya que no tiene compromiso de la liga helena este fin de semana. En cambio, el Bilbao Basket tendrá que viajar a Málaga porque la ACB, en lo que supone un agravio comparativo, no ha considerado oportuno cambiar la fecha de ese duelo como sí ha hecho con otros en los que están involucrados finalistas europeos de la Liga Endesa. Debe ser que la FIBA Europe Cup no tiene valor, pero el Bilbao Basket la desea fervientemente. Siete puntos le separan de ella y, desde luego, es mejor así que en la situación del PAOK.