El Bilbao Basket tiene hoy una de esas citas complicadas del calendario que conviene pasar sin demasiado castigo. Los hombres de negro han ganado dos veces en sus dieciocho visitas al Real Madrid en la liga regular, pero en pocas ocasiones el partido ha estado tan condicionado por las circunstancias, que en el caso del equipo de Jaume Ponsarnau suponen las dos lesiones que han dejado fuera a sus dos cincos y la inmediatez del duelo europeo ante el Dijon. Los blancos llegan también tras una semana de doble esfuerzo en la Euroliga, pero están acostumbrados a ello y la amplitud de su plantilla les permitirá tener doce jugadores en buenas condiciones para buscar su decimotercera victoria consecutiva en la Liga Endesa.

“Tiene un mérito grande, aunque no sea determinante a estas alturas. Tiene mucho mérito lo que han hecho los chicos este mes. No podemos pensar en pararnos aquí, tenemos que seguir adelante. Queda mucha temporada y lo importante es que vamos en la buena dirección”, comentó Chus Mateo, que respeta al Bilbao Basket ya que “aunque también tiene en mente su partido europeo siempre nos pone las cosas muy difíciles. En su cancha nos ganaron al inicio del curso y queremos resarcirnos”.

Desde el punto de vista de la clasificación, no hay urgencia para ninguno de los dos equipos. “Tenemos cierta tranquilidad, pero el objetivo es ser uno de los dieciséis mejores y, después, quedar lo más arriba posible y para ello tenemos que seguir sumando victorias”, recordó Ponsarnau, más importante ahora que va a tener que recomponer los roles del equipo por imperativo médico. Con todo, lo más importante hoy es tratar de jugar un buen partido para cargar la mochila de confianza y optimismo para que la remontada ante el Dijon sea vea más factible.