Los festejos por el 25º aniversario del club que llevaron este domingo al Bilbao Arena por un entrañable viaje al pasado con la presencia sobre la cancha en modo de homenaje de muchas de las leyendas y grandes nombres propios del Surne Bilbao Basket, exjugadores, exentrenadores y antiguos trabajadores del club, no llegaron acompañados por la guinda de la victoria (65-75) ante un La Laguna Tenerife que hizo valer su orden, contundencia y recursos para llevarse una victoria bastante cómoda.

A los de Jaume Ponsarnau les faltó sobre todo acierto para poder oponer mayor resistencia ante los de Txus Vidorreta, una apisonadora fiel a su eterno patrón de conexiones entre los eternos Marcelinho Huertas (11 puntos y ocho asistencias) y Giorgi Shermadini (21 puntos y nueve rebotes) junto a fusileros desde la larga distancia como ‘modus operandi’ difícil de digerir para sus rivales. Con un 42% en tiros de dos puntos y un horrible 5 de 21 desde la larga distancia no da para ofrecer respuesta al quirúrgico juego de los insulares. Y menos aún si los árbitros no recurren al mismo criterio en los dos aros para castigar contactos en penetraciones y rebotes ni utilización de cuerpo en los bloqueos.

En este ecosistema, los visitantes dominaron el marcador desde el ecuador del acto inaugural, cocinaron el choque a fuego lento hasta el descanso (32-41) y lo reventaron en los dos últimos cuartos. Los anfitriones, de ‘colorado’ en lugar de ejercer de ‘hombres de negro’ en tan especial evento, no se rindieron con facilidad y redujeron a un solo dígito su desventaja en más de una ocasión, pero siempre les faltó un golpe de riñón más. Con tantos errores en lanzamientos liberados resultó imposible, aunque los intentos de Malcolm Cazalon, Thijs De Ridder, Melwin Pantzar o Marvin Jones fueron dignos de aplaudir.

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En imágenes: actos de celebración del 25º aniversario del Bilbao Basket Oskar González

Dificultad

El duelo arrancó con una sucesión de pérdidas, pero fueron los anfitriones los que primero encontraron aplomo y compostura gracias al trabajo de Trggvi Hinason en ambos aros y los puntos de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman (9-5). Pero los insulares no tardaron en darle la vuelta a la tortilla aprovechando los fallos de su rival desde los 6,75 y en sus penetraciones a canasta. Con Lluis Costa y Jaime Fernández asumiendo galones ofensivos, el primer cuarto se cerró con un preocupante 13-20 tras un triple sobre la bocina de los de Vidorreta.

Con Abdur-Rahkman activando su versión vertical y Cazalon y De Ridder luciendo muñeca desde la distancia triple, el Surne Bilbao Basket intentó desactivar la alarma, pero los visitantes lucieron todo tipo de recursos a partir de las dañinas situaciones de bloqueo central entre Huertas y Shermadini. Ponsarnau paró el partido con el 25-30 en el ecuador del segundo acto, pero no consiguió que las cosas funcionaran ni en ataque ni en defensa. La idea de explotar a Hlinason en su emparejamiento con Kostas Kostadinov funcionó con cuentagotas y el equipo se descompuso en defensa, regalando canastas facilísimas a un La Laguna Tenerife que se relamía con su primera ventaja de dobles dígitos (28-39).

El conjunto vizcaino consiguió alcanzar el ecuador de la contienda con un 32-41 que no le desconectaba del todo en el marcador, pero en su juego había demasiadas cosas por mejorar, sobre todo lo referente al acierto de cara al aro rival, pues el 40% de efectividad en tiros de dos puntos (por el 70% del rival) y el flojo 3 de 10 en triples se quedaban muy lejos de lo exigible para poder optar al triunfo ante un rival tan compacto.

Sin opción

Regresó de vestuarios el Surne Bilbao Basket con ganas de aportar algo más de picante al partido (36-41), pero una antideportiva sobre Huertas después de que los árbitros dejaran sin señalizar una clara falta sobre Melwin Pantzar enfrió los ánimos y proporcionó a los visitantes el espaldarazo definitivo para romper el partido con un parcial de 0-10 que colocó un 36-51 que se hizo ya imposible de neutralizar. Y no fue por no intentarlo. Los de Ponsarnau bajaron en varias ocasiones de los diez puntos de desventaja, llegando hasta un 49-56 tras triple de Rubén Domínguez, pero en algunas ocasiones por sus fallos en lanzamientos triples liberados y en otras por faltas no señalizadas por los árbitros no fueron capaces de ir más allá.

Con el 51-60 a diez minutos del final, a los anfitriones todavía les quedó un último arrebato de rebeldía con dos mates de Pantzar, con personal, y Jones que llevaron a Vidorreta a detener la cita con el 56-64 a 5:55 del final. Pero tras una técnica a Ponsarnau por protestar la no señalización de una falta sobre Jones en el rebote, el choque quedó visto para sentencia. Los anfitriones perdieron el orden sobre la cancha, los insulares engatillaron dos triples de la mano de Tim Abromaitis y Thomas Scrubb y se acabó lo que se daba. La fiesta del 25º aniversario del Bilbao Basket no pudo acabar con la guinda de la victoria.