Con su clasificación europea muy encarrilada, pero no resuelta, el Bilbao Basket centra su atención en la Liga Endesa, que le sitúa ahora ante dos salidas consecutivas ante rivales con aspiraciones similares y necesitados de sumar victorias que pueden mejorar sus expectativas. En los dos partidos que han disputado hasta ahora fuera de casa, los hombres de negro desplegaron un buen baloncesto y mandaron en el marcador durante muchos minutos, pero no fue suficiente para ganar y para sumar el primer triunfo como visitantes, el trabajo de Jaume Ponsarnau y su cuerpo técnico va encaminado, transcurridas ya cinco jornadas, a mejorar esos detalles que pueden marcar la diferencia frente a equipos de un nivel similar.
Uno de ellos es el del rebote, un aspecto que llamó especialmente la atención en el partido ante el Valencia Basket. En números absolutos, el Bilbao Basket es el sexto equipo que más rebotes defensivos. Sin embargo, la estadística avanzada dice también que es el tercer equipo que más rebotes concede en su canasta en función del número de rechaces que se produce. La defensa del conjunto vizcaíno, igual que ocurrió la pasada temporada, provoca malos porcentajes de lanzamiento a sus rivales, de hecho solo permite un 49,3% de acierto y menos de un punto por cada tiro de campo de sus rivales lo que le sitúa como el quinto mejor en ese departamento del juego. Elevar la firmeza en la protección del tablero propio debe llevar a encontrar más situaciones de juego en transición y más posibilidades de anotar canastas sencillas, un ecosistema en el que varios jugadores sacan su mejor versión.
En pretemporada, ya se habló de la mayor capacidad anotadora de este Bilbao Basket respecto al de la temporada anterior, de la presencia de más recursos ofensivos en la plantilla, y eso se está confirmando ya que los hombres de negro promedian 84,2 puntos por partido, casi seis más que el curso pasado. Pese a que sus porcentajes en el triple son mejorables, también su eficiencia ofensiva ha crecido, con 107,9 puntos por cien posesiones, lo que le sitúa en la mitad alta de la competición. Pero no se puede bajar la guardia ya que hay diez equipos que superan ese promedio de puntos y tres están, incluso, por encima de los noventa.
No es el caso del Coviran Granada, que apenas llega a 72,2 puntos por partido y está en los puestos bajos en acierto en los distintos tipos de lanzamiento. Pero eso puede cambiar en cualquier momento porque los nazaríes tienen jugadores con, como demostraron con su triunfo por treinta puntos en Girona. El problema del equipo de Pablo Pin es que los dos jugadores llamados a ser referencia ofensiva y que asumen mucho uso del balón como son Scott Bamforth y Gian Clavell están por debajo de lo esperado. Pero el Granada sabe que la de mañana es una buena oportunidad de cambiar la dinámica después de haber sumado en casa dos derrotas ante rivales duros como el Unicaja y el Tenerife. El Bilbao Basket tendrá que comportarse con la misma personalidad que mostró en Murcia y Gran Canaria y ser preciso y contundente en los momentos en que el mando del partido sea suyo.