Jaume Ponsarnau se mostró contento porque su equipo cumplió con lo previsto en un día como el de ayer. “Hemos mostrado un buen tono y una buena mentalidad. La FIBA Europa Cup tiene un doble objetivo para nosotros. Primero competirla, porque queremos ganar cada partido, y luego crecer. Nos tiene que ayudar a crecer y adquirir energía”, comentó. La experiencia de la pasada temporada, que llegó hasta las semifinales, “nos dejó la enseñanza de que para aprovechar este torneo tienes que encontrar el tono alargando el equipo”.

“Este año creemos que podemos conseguirlo y para ello Rubén (Domínguez) y Amar (Sylla) nos pueden ayudar”, indicó el técnico del Bilbao Basket, que valoró el trabajo de los dos jugadores que menos minutos están jugando en la Liga Endesa y que ayer brillaron, sobre todo el alero gaditano.

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En este sentido, Ponsarnau explicó el descarte de Zoran Dragic, al que se quiso descargar de minutos pensando en el exigente duelo del domingo ante el Real Madrid y en los próximos de la competición europea, donde a los hombres de negro les esperan tres salidas consecutivas en las que hará falta “la experiencia y mentalidad” del jugador esloveno. Ante el campeón de Liga el técnico de Tárrega confía en que su equipo logre “hacer las cosas que nos permiten ser competitivos, pero desde el compromiso colectivo”.

Por su parte, Kristian Kullamae destacó que, a su juicio, la clave de la amplia victoria del Bilbao Basket ayer fue “la defensa”. “Cuando jugamos bien en defensa el ataque es mucho más fácil. Ganar siempre nos da confianza y la necesitamos para los partidos de la Liga ACB”, señaló el jugador estonio.