Miribilla se ha acostumbrado a ver brillar a jóvenes estrellas. Un documental emitido por Movistar recuerda que el primer gran partido de Luka Doncic, con poco más de 16 años, en la Liga Endesa tuvo lugar en el Bilbao Arena en noviembre de 2015. En un futuro quizás también haya que traer a la memoria que hace apenas dos años, en enero de 2019, el filial del Barcelona visitó al Bilbao Basket en la LEB Oro y Leandro Bolmaro, entonces un chaval de 18 años recién llegado de Argentina, anotó 31 puntos. Hoy el jugador nacido en septiembre de 2000 en Las Varillas y formado en la provincia de Córdoba, uno de los principales viveros del baloncesto albiceleste, se mide a los hombres de negro como miembro de pleno derecho del primer equipo azulgrana y después de haber sido elegido el pasado verano en el puesto 23 del draft de la NBA por los New York Knicks, que traspasaron sus derechos a Minnesota Timberwolves.

Nunca un jugador argentino había sido escogido tan arriba por las franquicias estadounidenses y, aunque renovó su contrato con el Barça hasta 2023, no sería extraño que Bolmaro acabara antes de esa fecha en la NBA, como varios de sus compatriotas en este siglo, ya que tiene todas las cualidades para ello. De hecho, muchos le comparan con Manu Ginóbili, una carga que puede resultar pesada. Lo mismo que Doncic, alterna en Europa las posiciones de base y escolta con cerca de dos metros de altura y muestra unas condiciones físicas y técnicas que le distinguen de la media. Sus promedios esta temporada son similares a los del año pasado (4,5 puntos y 1,7 asistencias en 11 minutos), pero la diferencia es que ya ha disputado diez partidos más en la Liga Endesa y otros tantos en la Euroliga, lo que supone un buen bagaje para abordar el salto a la mejor competición del mundo.

Además, la exigencia de Sarunas Jasikevicius también obliga al jugador a sacar lo mejor de sí mismo para ganarse esos minutos en competencia con Nick Calathes, una estrella europea en su posición, y ahora Leo Westermann, un jugador de la confianza del técnico lituano. La de hoy será, por tanto, su segunda visita a Miribilla ya que la temporada anterior lo impidió la pandemia. "Tenemos que reaccionar tras la derrota ante el Efes. El año pasado ya perdimos con el Bilbao Basket en casa, así que tenemos que estar preparados y llevarnos esta victoria para tener buenas sensaciones para la Copa", dice Leandro Bolmaro, la penúltima perla salida de Argentina, que no parece tener prisa por llegar a un destino que parece claro: "Ahora quiero ayudar todo lo que pueda al Barça para devolverles la confianza".