El Bilbao Basket regresa al baloncesto ACB después de 18 días. En una semana que va dejar una sobredosis de partidos, con dos jornadas de la Liga Endesa y una de las distintas competiciones europeas, el duelo ante el Pinar Karsiyaka sirvió para reiniciar la maquinaria, pero hoy y el sábado los hombres de negro afrontan aquello que les da la vida. El objetivo no puede ser otro que añadir alguna victoria más a la única que hasta ahora figura en su casillero después de cinco partidos.

La visita del MoraBanc Andorra, que también tuvo choque europeo anteayer, es peliaguda ya que es un equipo que va a exigir al Bilbao Basket elevar el nivel de dureza y contundencia que ha mostrado en casi todos los partidos de esta temporada. “Tenemos que aprender y subir la intensidad, la concentración y la dureza, pero durante los 40 minutos”, resume Álex Reyes sobre la sensación de reina en el vestuario de Miriblla antes de medirse a un rival que corre, choca, salta, y que ha sabido capear las Bajas con nuevas incorporaciones. La última de ellas, la del polaco Tomasz Gielo, le da al equipo de Ibon Navarro una amenaza de tiro en el puesto de cuatro de las que carecía.

Esa necesidad de ser intensos se hace más importante hoy ya que otra vez las gradas de Miribilla estarán vacías y el Bilbao Basket tiene que encontrar la manera de hacerse fuerte en casa si no quiere sufrir más de la cuenta en esta temporada tan incierta. Volverá Kingsley Moses y Mumbrú desplegará de nuevo su rotación habitual en un tramo del calendario que no permite ahorrar fuerzas.