A partir de un magnífico despliegue físico que acabó desequilibrando la balanza en un cuarto final resuelto por un claro marcador de 32-18, dos estrellas de la talla de Tyrese Haliburton y Pascal Siakam asumiendo galones y dos piezas de banquillo como Bennedict Mathurin y T. J. McConnell protagonizando actuaciones históricas, los Indiana Pacers protegieron el factor cancha conquistado en Oklahoma City en el primer encuentro de la serie y colocaron el 2-1 en las finales de la NBA tras imponerse por 116-107 en un duelo eléctrico con alternativas para los dos equipos y en el que los pupilos de Rick Carlisle supieron imponer su fortaleza y riqueza de recursos en los momentos decisivos para rebajar la efusividad de unos Thunder que acabaron la contienda muy lejos de sus habituales constantes vitales, dominados por un rival que al igual que en la primera cita supo cortocircuitar su juego desde una actividad defensiva impecable, provocando 19 pérdidas de balón de las que obtuvieron 21 puntos.
Los Pacers tienen en Haliburton (22 puntos, nueve rebotes y once asistencias) y Siakam (21 puntos y seis capturas) dos elementos de absoluta fiabilidad, pero en esta ocasión la aportación diferencial llegó desde el banquillo (49-18 en el epígrafe anotador). Los 27 puntos facturados por Mathurin, diez de ellos en el acto final, suponen la mayor anotación en las finales de un jugador de la segunda unidad desde 2011, mientras que ninguno había lucido jamás la línea estadística rubricada por el revoltoso McConnell: 10 puntos, cinco asistencias y otros tantos balones robados. Y lo hizo solo en 15 minutos de juego.
Por su parte, Oklahoma City, el mejor equipo de la temporada regular, volvió a flojear en el cuarto final al igual que le ocurrió en el primer partido de las finales y los 70 puntos anotados por su principal tridente (26 de Jalen Williams, 24 de Shai Gilgeous-Alexander y 20 de Chet Holmgren) acabaron siendo insuficientes, con un horrible 35,3% en tiros de campo en los doce últimos minutos (0 de 4 en triples). En ese tramo de partido, el MVP del curso Gilgeous-Alexander solo lanzó tres veces a canasta. Mal negocio para un equipo que está viendo cómo su rival le está superando en varios de sus teóricos puntos fuertes.
Pese a todo, los Thunder llegaron en ventaja al acto final (84-89), pero el despliegue de energía de Mathurin y McConnell alimentó un 23-11 que impulsó a los locales hasta el 107-100 a 4:23 del final. Oklahoma se quedó sin capacidad de reacción y dos triples de Haliburton y Aaron Nesmith sellaron el éxito de los crecidos Pacers, que en la madrugada del viernes al sábado volverán a jugar en casa con el objetivo de colocar un 3-1 que les dejaría a un paso de su primer título de la NBA. l