El rey de la tarima regresa a casa con el objetivo de ceñirse un nuevo cinturón internacional. Jon Fernández (26-3, 22KOs) se medirá mañana al número dos del peso ligero en las listas mundiales del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), el panameño Ricardo El científico Núñez (26-6, 22KOs), por el título internacional WBC en el frontón Bizkaia, que se vestirá de gala para disfrutar del noble arte. La afición vizcaina volverá a vibrar en una espectacular velada que tendrá además como alicientes un campeonato de España y un título mundial joven WBC.
Un año después de su última pelea, celebrada en marzo en el mismo escenario y saldada con victoria a los puntos ante Jezzrel Corrales, Jonfer está de regreso y con la mente puesta en iniciar un nuevo reinado. “Estoy con muchas ganas. Tenemos el tema del peso controlado y estamos muy motivados”, señala el púgil de Etxebarri. Los dos boxeadores tendrán que dejar la báscula hoy por debajo de los 63,5 kilos que marca el límite del peso superligero, categoría a la que ha subido Núñez.
Y Jonfer lo quiere hacer en un momento especial a nivel personal, puesto que se cumple una década de su irrupción en el boxeo profesional. Fue un 27 de marzo de 2015 cuando el pabellón de La Casilla le vio cruzar cuero por primera vez con 19 años. En aquella ocasión, se impuso a Sidney Cortez con una tarjeta de presentación inmejorable: variedad de manos y ángulos, fintas, control de la distancia y un gran dominio del ring. Un nuevo talento local que se unía a los Gago y Lejarraga para delirio de la parroquia bilbaína.
Jonfer despegó rápidamente y conquistó títulos como el mundial júnior WBC y el campeonato de España superpluma. En 2016 hizo su aparición en la meca del boxeo y venció al mexicano Naciff Castillo. En 2017 logró su primer título, el cinturón Silver WBC, ante el armenio Mikael Mkrtchyan en Bilbao. Le siguió el campeonato de España y el WBC Silver ante Alexander Podolsky. En 2018 llegó su primera derrota, a los puntos frente a O’Shaquie Foster en Estados Unidos. Un revés del que se repuso acumulando cinco victorias en territorio estatal, sumando el EBU europeo y el WBC Latino del superpluma. Entonces, subió al peso ligero y en 2021 disputó al otro lado del charco una eliminatoria mundialista frente al dominicano Michel Rivera, donde cayó por KO técnico. Fue su segunda derrota profesional y en 2022 llegó la tercera, en la división del peso superligero, frente a Samuel Molina. Desde entonces ha sumado tres victorias consecutivas: Petr Petrov, Andy Colquhoun y Jezreel Corrales.
Un año “raro”
El de mañana será el pleito número 30 en la trayectoria profesional de Jonfer. “Todavía tengo cuerda para rato”, destaca. A punto de cumplir 30 años, la experiencia le ha dado un poso que le ha permitido lidiar con situaciones tan complicadas como las que ha vivido el último año. Es un boxeador más maduro, pero siempre es difícil gestionar mentalmente los contratiempos del negocio del boxeo. “Ha sido un año raro en el que ha tocado aprender, como se suele decir vulgarmente, a base de hostias, pero al final estoy contento con el aprendizaje”, valora. Por el camino quedan cuatro campamentos echados a la basura tras las renuncias de rivales como Dalton Smith o Pierce O’Leary. “Más allá del tiempo perdido y el dinero invertido, es duro ver cómo se van al traste tus ilusiones”, reflexiona.
Su preparación física y mental va más allá de una fecha concreta y Jonfer tiene claro que en este deporte es importante “estar preparado para cuando suene el teléfono”. Después de lo vivido, hay días en los que no le apetecía levantarse de la cama, pero sabe que un campeón se construye en los malos momentos. “Hay que estar a un 70% para cuando llega la oportunidad poder ponerse rápido en un 100%”, subraya.
Su próximo rival cuenta con una amplia experiencia tras haber disputado eliminatorias mundialistas y contar en su currículo con peleas ante rivales de la talla de Gervonta Davis. Peligro asegurado. “La pelea no va a llegar al final de los asaltos, y saldré con el brazo en alto”, sentencia el panameño. Por su parte, Jonfer reconoce que “después de tanto tiempo de inactividad, quizás lo más normal hubiera sido hacer un combate de rodaje”, pero está en un momento de su carrera en el que necesita “dar un paso adelante”, señala. Por eso tiene claro que necesita ser él mismo y adaptarse a cada situación. “Es un boxeador que pega fuerte y busca la pelea. Habrá que estar centrado, con las pilas puestas desde el primer segundo y aprovechar cada oportunidad”. Una victoria de Jonfer le permitiría escalar en el ranking internacional. Soñar con cotas mayores, títulos europeos o mundiales. Es el momento de volver a reinar sobre la tarima.
Otros combates
Saúl Luna vs. Ander Amatriain: combate por el campeonato de España superligero.
Diego Krasimirov vs. Brian Pava: combate por el título mundial joven WBC en superwélter.
Alain Conde y Andrés Abrego: referentes locales que buscan continuar su ascenso en el boxeo profesional.
