El Gernika KESB está viviendo el momento más duro de su historia. La denuncia por presunta agresión sexual a Mario López, quien fue alma mater del club durante dos décadas, ha dejado a todo el club en estado de shock “y muy preocupado” y sintiéndose víctima de una situación que le ha sorprendido y sobrepasado y por la que la junta directiva, con Gerardo Candina al frente, volvió a pedir perdón a sus socios y a todo el pueblo. “Hemos fallado y asumimos los errores, pero no somos juristas ni expertos en leyes y obramos como pensamos que debíamos hacerlo”, dijo el presidente en una rueda de prensa tras el partido de ayer miércoles en la que estuvo acompañado por sus otros siete compañeros en la gestión.

Candina reiteró que el club se personará en la causa contra su ex entrenador “porque es lo que tenemos que hacer” y aseguró que la entidad que preside no apartó a López de todas sus funciones porque “hasta la publicación en un medio de comunicación nunca tuvimos constancia de la gravedad de la denuncia presentada contra él”. Reconoció el error de no haber procedido de esa manera, aunque se tomó la decisión “en atención a la presunción de inocencia y sin que la integridad de las jugadoras y el resto del cuerpo técnico estuviera nunca en riesgo. Mario fue relegado a cuestiones meramente administrativas”. “Si la justicia, una vez recibida la denuncia y conociendo la actividad del acusado, hubiera entendido que era un peligro para la sociedad, tendría que haber ordenado medidas cautelares”, afirmó el presidente.

Juan Carlos Soto, abogado del Gernika KESB y que a partir de ahora se encargará de arbitrar las medidas para evitar que episodios como este se repitan en el futuro, señaló que el club también ha sido “víctima de un engaño ya que el juzgado ha considerado que no se nos tenía que llamar como parte ofendida”. “A día de hoy no tenemos la querella, la prensa tiene más información que nosotros y alguien tendría que haberlo comunicado al club y al colegio Allende Salazar. No tenemos ningún detalle”, apuntó Soto. El letrado admitió que “la respuesta en este caso del sistema ha sido insuficiente” ya que desde el punto de vista legal “una persona con antecedentes penales limpios como era el caso puede trabajar con menores, aunque haya una denuncia. Esto no puede volver a pasar y aunque el riesgo cero nunca existe hay que tener otras herramientas para que no vuelva a pasar y mejorar los sistemas de protección”.

En la comparecencia de ayer miércoles, Gerardo Candina negó “rotundamente” que las jugadoras hubieran pedido el despido de Mario López a finales de agosto, una vez la Sare Feminista de Gernika advirtió de la existencia de la denuncia, ni que el club pidiera a las jugadoras que taparan o ocultaran todo el caso. Y con tono emocionado, el presidente del Gernika KESB recordó que “los que estamos en la junta directiva lo hacemos por amor al arte y no merecemos que nos llamen cómplices”.