A José Miguel Pérez Balbuena (29-I-1996, Santo Domingo; República Dominicana) todo el mundo le conoce como Tyson porque así era como le llamaba su padre cuando ambos improvisaban combates de boxeo cuando no era más que un niño, pero no es en el deporte de las doce cuerdas donde despliega su talento y su descomunal potencia física, sino con un balón de baloncesto, instrumento que no tocó hasta los 16 años, entre sus manos. Ala-pívot de 2,02 metros del Canoe, conjunto con el que se medirá al Bilbao Basket mañana, Tyson Pérez sale prácticamente a exhibición por partido. La pasada jornada fue pieza vital en el triunfo del conjunto madrileño en la cancha del CB Prat merced a sus 19 puntos y 20 rebotes, nada nuevo bajo el sol para un jugador que en noviembre ya se fue a los 25 puntos, 17 rebotes y 5 asistencias, para 40 de valoración, en una brutal remontada ante el filial del Barça. Su impresionante pegada no deja lugar a dudas cuando se analizan sus promedios, no en vano lidera la LEB Oro en valoración (23,3 de media), rebotes (10,7) y faltas recibidas (5,7) y es tercero en anotación (17,9) y minutos jugados (31,4).

Pérez, gran admirador de LeBron James, ya fue pieza fundamental en el ascenso a la categoría de plata del baloncesto estatal logrado por el Canoe el pasado curso, pero su juego no para de mejorar. De hecho, sus promedios en Oro han mejorado los que logró el anterior ejercicio en Plata (16,1 puntos, 9 rebotes, 20,6 de valoración) y son pocos los que dudan de que su futuro, más pronto que tarde, se encuentra en la Liga Endesa, ya que además posee la nacionalidad española al llegar a Galicia desde la República Dominicana en 2005 junto a su madre y su hermana. Fue allí, en el Santo Domingo de Betanzos, Liga EBA, donde arrancó su trayectoria competitiva en el ejercicio 2014-15 y dos temporadas después recaló en el Eurocolegio Casvi madrileño, conjunto en el que explotó, fichando por el Canoe. En el conjunto de Pez Volador, trabajando a diario con el histórico Pepe Laso los aspectos de su juego que más debe mejorar, tales como el tiro de tres puntos o el manejo de balón, y con minutos y confianza ilimitada en los partidos por parte de Miguel Ángel Aranzábal, Tyson Pérez sigue dando en la sombra pasos al frente hacia un futuro en la élite.

Enérgico y rotundo cada vez entra en acción sobre una cancha de baloncesto, Pérez es mucho más cauto cuando se le cuestiona sobre sus posibilidades de futuro. “Nunca he escondido que mi deseo es el de poder llegar lo más lejos posible en el baloncesto pero eso no sucederá si no sigo pensando en el día a día, en cada entrenamiento y en cada partido. Si sigo trabajando en ese terreno, el tiempo dirá hasta dónde puedo o merezco llegar”, asegura un jugador que, según diversas fuentes, ya ha rechazado cortésmente alguna oferta de la Liga Endesa para seguir progresando en su juego. Probablemente, el momento de saltar a la máxima categoría llegará el próximo curso, pero antes quiere seguir tumbando oponentes y sacando a relucir su pegada en la LEB Oro.