CON dos extranjeros y diez aldeanos le mojamos la oreja a un equipazo que tenía en nómina a Corbalán, Biriukov, Iturriaga, Romay, Branson, Spriggs... ¡Aquello sí que fue un sorpresón en toda regla!". Dirige su mente Román Carbajo hacia el baúl de los recuerdos y se detiene en una fecha, el 13 de diciembre de 1986, y en un lugar, Tenerife. "Aquel día firmamos uno de los grandes éxitos de la historia del baloncesto vizcaino", añade. Se refiere el expívot bilbaino a la jornada en la que el Caja Bilbao, por aquel entonces un recién ascendido, dejó en la cuneta en los cuartos de final de la Copa (89-84) al por aquel entonces todopoderoso y casi intocable Real Madrid, "toda una campanada porque por aquel entonces, en la Liga de los dos extranjeros, las diferencias entre los grandes y los modestos eran mucho más pronunciadas que hoy en día. Además, nosotros éramos unos recién ascendidos".
Ha pasado un cuarto de siglo, pero los recuerdos de los que lo vivieron se mantienen nítidos. "No éramos favoritos, evidentemente, pero el Madrid no nos dio importancia y nosotros teníamos muchas ganas de hacer algo gordo. Joe Kopicki y Darrell Lockhart -anotaron 23 y 32 puntos respectivamente- estuvieron fenomenal, como siempre, y el resto echamos una manita", rememora Chinche Lafuente desde Sevilla, mientras que Xabier Jon Davalillo añade que "éramos un grupo que conseguimos hacer piña, gracias a llevarnos muy bien acabamos rindiendo por encima de nuestras posibilidades pese a contar con un presupuesto muy limitado. De todas maneras, reconozco que tengo más imágenes grabadas de la semifinal ante el Joventut. ¡Lo tuvimos tan cerca...!". A todos ellos les dirigió desde el banquillo Josean Figueroa. "Yo soy mucho de fijarme en las caras y aún recuerdo la de Lolo Sainz y sus jugadores. Esos rostros los tengo grabados. Aquel Madrid tenía la obligación de ganar, es lo terrorífico del deporte. Se da la circunstancia de que aquella temporada batimos al Real Madrid en otros dos duelos ligueros y a mí me acabaron invitando a dar una conferencia en Valls que se llamaba: '¿Cómo se gana al Madrid?'. Valls es pequeñito y todo el mundo me felicitó por la calle. Además, hubo llenazo en la sala", recuerda el técnico entre carcajadas.
Estos cuatro protagonistas de aquella épica jornada siguen muy de cerca la actualidad del Bizkaia Bilbao Basket y consideran que está en disposición de dejar en la cuneta al club blanco, de hacer historia como ellos consiguieron en su día. "Cuando me encuentro con Juanma López Iturriaga aún me recuerda que estaban hasta los huevos de nosotros porque además les ganamos dos partidos de Liga. Del choque de Copa recuerdo que ellos cada vez se iban poniendo más nerviosos mientras nosotros nos gustábamos más y más. Fue divertido ser la bestia negra del Madrid. A muchos jugadores nos cogió en un punto ideal, captando el protagonismo que no habíamos tenido en nuestros anteriores equipos", afirma Lafuente. "No se lo esperaban y nosotros sabíamos cómo había que jugarles. Les provocamos una crisis", saca a colación Figueroa, mientras Carbajo desgrana que "para ellos fue algo humillante. Recuerdo que fue un encuentro muy igualado hasta que Lockhart y Kopicki comenzaron a hacerse notar. Darrell empezó a enchufarlas de todos los colores con ese tirito infalible que tenía desde la bombilla y aquello fue demasiado para ellos".
Aquella derrota escoció en el seno del conjunto blanco, que 25 años después tampoco las tiene todas consigo en el duelo de semifinales ante un Bizkaia BB que buscará esta noche (20.30 horas) tomar la delantera en la eliminatoria. Estas cuatro voces dan opciones, en mayor o menor medida, a los hombres de negro de jugar la final, con Figueroa y Carbajo enarbolando la bandera del positivismo y Davalillo y Lafuente con mayor cautela en sus declaraciones.
"La serie acabará con un 2-3 y el Bizkaia BB va a solventar la papeleta en el quinto partido, en la Caja Mágica. Después de verles ganar un partido como el del domingo, con esa tensión, les veo con mucha confianza", asegura Carbajo, que argumenta que "los dos equipos están más igualados de lo que se podía pensar. Al equipo le veo muy entero teniendo en cuenta a la altura de temporada en la que nos encontramos, mientras que a los blancos no les veo tan bien. Está siendo una eliminatoria extraña, con el Bilbao Basket muy serio, en su sitio, sin que ninguno de sus jugadores haya renunciado a su rol. Además, está claro que en la parcela sicológica ha habido un cambio de chip. Puede que haya sido la confianza de haber eliminado al Power Valencia, pero igual es más el hecho de que ahora todo es ganar. Los jugadores están totalmente liberados de tensiones, jugando con alegría, nadie se esconde a pesar de estar jugando finales apretados...".
Líderes negativos Figueroa es todavía más optimista y anuncia que "el Real Madrid está finiquitado, solo le puede salvar que alguien de arriba les llame la atención. Yo les veo muy mal. En ese equipo hay líderes negativos, es algo que se ve durante los tiempos muertos". Además de atreverse con un 1-3 que supondría dejar todo visto para sentencia el próximo jueves, el técnico considera fundamental que el equipo pueda jugar al ritmo de Aaron Jackson. "El Bizkaia BB necesita correr y generar espacios para crear juego. En el primer partido el ritmo lo puso el Madrid, que además se vio favorecido por el acierto de Llull y Tucker al final con los triples, pero en el segundo el equipo de Katsikaris pudo correr e hizo que el rival jugara totalmente descabezado, con Sergio Rodríguez y Prigioni siendo inferiores a nuestros bases, obligando a Llull a hacer un sobreesfuerzo, pues tuvo delante a Paco Vázquez, Warren, Blums y Vasileiadis. Además, el Bizkaia está cargando muy bien el rebote, tanto el defensivo como el ofensivo, y Hervelle, que marca la diferencia, Mavroeidis y Banic están haciendo un gran trabajo cerca del aro. Todo el mundo se está dejando la piel".
Más mesurado en sus apreciaciones es Lafuente, que no se atreve con un pronóstico, aunque destaca que "al Real Madrid lo veo irregular, sin el poderío del Barcelona". El que fuera base del Caja Bilbao reconoce que "me sorprendió que fueran capaces de eliminar al Valencia, que partía como favorito, pero ahora están jugando con mucha confianza y seguridad, se ven capaces de todo. Quizás en el primer partido ante los blancos la situación les pudo un poco, pero en el segundo no solo propinaron al rival un gran repaso en los dos primeros cuartos, sino que luego aguantaron el chaparrón de la remontada blanca para volver a salir a flote. Ganar dos partidos seguidos a un equipo grande es muy complicado. Para mí será vital lo que ocurra en el tercer choque, ya que no olvido que el Real Madrid sabe manejar muy bien la presión".
Davalillo también se centra en el plano mental a la hora de valorar las opciones del Bizkaia BB, un equipo que, en su opinión, "ahora mismo se cree capaz de cualquier cosa". "Es un grupo humano que ha logrado llegar a tope al momento más importante de la temporada. A día de hoy puede complicarle la vida a cualquiera", destaca con la voz de la experiencia, la de aquellos pioneros que se convirtieron en la bestia negra del conjunto blanco y buscan ahora un relevo en los altares del basket vizcaino.