El Athletic cierra el año 2025, en el que ha disputado ya 18 jornadas de liga de la presente temporada, con un saldo de solo 23 puntos, que son diez menos de los que figuraban en su casillero hace un año a estas mismas alturas. Los leones han conseguido siete victorias, dos empates y nueve derrotas.
Naufragio en las áreas
Los fallos ante la portería rival en la primera mitad y en el tramo final del choque y los errores propios en los dos tantos del Espanyol se traducen en la novena derrota en liga
Se acabó el fútbol para el Athletic en este 2025. Y menos mal. Porque menuda manera de acabar... Quedan aún varios días para cerrar el año, pero el conjunto rojiblanco puso anoche el broche a doce meses de un camino irregular, de más a mucho menos, con unaderrota frente al Espanyol, la novena en solo 18 jornadas. Esto es, la mitad de sus partidos en liga le han reportado un saldo de cero puntos. Demasiados encuentros sin sumar para un equipo que dice querer pelear por volver a Europa. A tiempo está, pero para ello deberá mejorar notablemente su rendimiento en la primera mitad de 2026.
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Los leones volverán al trabajo el próximo lunes, cuando tienen previsto realizar el primer entrenamiento de cara a lo que está por venir en un mes de enero que viene cargadito. Es, pues, tiempo para la reflexión y el descanso; para reponer pilas y pensar cómo recuperar esa regularidad que se antojó clave el curso pasado y que en el presente, por una cosa u otra, no termina de llegar.
Y el choque ante el conjunto catalán fue un nuevo ejemplo de ello. Para colmo, además, perdió el Athletic, una cuestión que hace tiempo que dejó de ser noticia, por desgracia. Los leones cayeron tras un nuevo ejercicio de impotencia, en el que fueron incapaces de completar un partido redondo, hasta el punto de que se dejaron remontar el tanto inicial de Alex Berenguer y, aunque lo intentaron, con un arreón final que resultó insuficiente, el equipo naufragó en las áreas, una vez más, y así es muy difícil ganar en la élite y ante un equipo que, como este Espanyol, llegaba a San Mamés con la moral por las nubes y cuatro victorias consecutivas en liga. Regresó a Barcelona con la quinta, diez puntos de ventaja sobre los leones, con un partido pendiente por disputarse, y dejando al Athletic con cara de tonto.
Las notas de Pako Ruiz: Berenguer y una insistencia baldía
Los rojiblancos se vieron abocados a una nueva derrota por su incapacidad, traducida en errores, algunos de ellos groseros, en las dos áreas. Que un lateral derecho como Andoni Gorosabel, poco o nada acostumbrado a verse con toda la portería para él solo dentro del área tras un gran gesto técnico, remate al muñeco, en este caso a Marko Dmitrovic, tiene un pase, pero que un atacante como Alex Berenguer, acostumbrado a mil y una acciones similares telegrafíe su disparo… es un mal síntoma. Una señal de que algo no va bien.
Cierto es que a la tercera, por su tozudez cerca de la portería rival, no perdonó el Athletic, pero como quiera que le cuesta un mundo marcar y que le hacen gol prácticamente de la nada, su escueta renta se tradujo en un empate a las puertas del descanso.
No necesitó más que un gran remate desde la frontal del área el Espanyol para poner la igualada en un partido que, en condiciones normales, hubiera debido ir perdiendo por un par de goles. Pero la incapaz ofensiva de los bilbainos ha ido creciendo hasta puntos insospechados. El tanto nació de una falta a un jugador del Espanyol que estaba de espaldas a la portería y con dos rivales encima. Iñigo Lekue, al que Ernesto Valverde se empeñó en colocar de central, pagó la frustración de verse fuera de lugar con una infracción absurda. Después, en el rechace, nació un gol impresionante.
Valverde: "Esta es una derrota dura por lo que supone”
Claro que lo peor estaba por llegar. Y llegó. El Athletic se empeñó en pegarse un nuevo tiro en el pie. Adama Boiro cometió un error en la banda izquierda, permitió que su par centrara, ni Lekue ni Andoni Gorosabel cerraron en el área pequeña y el equipo catalán no perdonó.
De los fallos en el área rival se pasó en un abrir y cerrar de ojos, aunque con el descanso entre medias, a los errores en área propia. Pero también dio tiempo para que en el arreón final, entre decenas de centros a la nada, reapareciera esa falta de puntería. Ni Gorka Guruzeta, ni Oihan Sancet y tampoco Unai Gómez, el chico para todo –ayer lateral izquierdo y ya van cinco posiciones distintas en solo dos años y medio–, acertaron y el Athletic cerró este irregular 2025 con una nueva derrota tras naufragar en las áreas.
