Caminar hacia el Camp Nou es avanzar hacia lo desconocido. Desde la distancia se observan cuatro grandes grúas amarillas que son un claro indicativo de que la obra del campo no está acabada, cuestión que se confirma cuando uno va acercándose al estadio. De hecho, nada más toparse con su armazón, la duda es más que evidente. ¿Realmente se puede jugar ahí un partido de fútbol? Según el Ayuntamiento de Barcelona y LaLiga, la respuesta es afirmativa. Otra cosa son los inconvenientes para los aficionados, periodistas y demás personas. Pero como eso en ocasiones pasa a un segundo plano, pues sí, se puede jugar a fútbol en este Camp Nou que tiene un fondo cerrado, el tercer anillo sin terminar, y se podría decir que le faltan varios meses de obras, y la cubierta es inexistente. De hecho, el palco de honor está a la intemperie, y eso no es un problema en LaLiga, pero sí podría serlo en la Champions.

Lo cierto es que por dentro, si uno no levanta mucho la cabeza al cielo, podría imaginar que se trata de un campo que está terminado por completo. Pero no lo está y la cosa va para largo. Tendrán que armarse de paciencia quienes acudan con cierta regularidad allí.

Claro que ni en sus mejores sueños Joan Laporta había podido imaginar un estreno como el de este sábado. El Athletic fue un invitado de excepción, un equipo que aceptó de buen gusto que tocaba que el Barcelona ganara, como así fue. De hecho, hasta golearon sin necesidad de esforzarse al máximo.

Lo que empezó como una fiesta en el Camp Nou, con fuegos artificiales en la previa, alguna que otra actuación musical, y el saque de honor por realizado por los dos socios azulgranas más veteranos, que curiosamente también estuvieron presentes en la inauguración del estadio allá por el año 1957, acabó de igual manera. Por encima de las grúas del fondo sin licencia, al que aún no pueden acceder los aficionados, varios fuegos artificiales iluminaron la noche de Barcelona para regocijo de los más de 45.000 seguidores azulgranas que se reunieron este sábado en el estadio y para lamento de las pocas decenas de hinchas del Athletic que, gracias a un gesto del club, que cedió parte de sus invitaciones de cortesía, se hicieron notar en el Camp Nou.

Laporta, entusiasmado

Muchas de las miradas en la previa del choque recayeron en la figura de Joan Laporta. El presidente azulgrana fue una de las primeras personas en acceder al interior del estadio, donde conversó con los enviados especiales de DEIA y Onda Vasca mientras sacaba fotos y realizaba alguna vídeoconferencia con amigos y conocidos para enseñarles cómo estaba el estadio.

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Laporta, que estaba entusiasmado con lo que estaba viendo, y que es un experto en comunicación y en quedar bien cuando toca, no dudó en realizar una comparativa con San Mamés en esa charla con los periodistas. “El vuestro es espectacular”, espetó.

No hay duda de que el Camp Nou adquirirá una gran dimensión cuando esté terminado, pero por lo pronto, es un campo a medio hacer y sin sala de prensa.