Sesión de baño y masaje. Jon Uriarte cerró este jueves su cuarta y última Asamblea General de Socios Compromisarios de su actual mandato como presidente del Athletic con un nuevo respaldo mayoritario del órgano soberano del club rojiblanco, que dio el visto bueno a todas las cuentas presentadas por su Junta Directiva y a la gestión de esta en el pasado ejercicio, con un apoyo masivo a los tres capítulos sometidos a votación y que alcanzó su cénit en la aprobación del presupuesto para el presente ejercicio, el punto más trascendental, con 481 sufragios a favor de los 616 depositados, el 78,1 %, frente a las 113 papeletas en contra, el 18,5, con 22 votos en blanco, el 3,6%

El balance de la campaña pasada, que generó un superávit que superó los siete millones de euros, contó aún con un O.K. más mayoritario de la Asamblea, con 544 votos positivos de los 630 emitidos, el 86,3%, y solo 77 negativos, el 12,2%. La gestión de Uriarte, en cambio, fue avalada por el 79,9% de los sufragios, 532 positivos frente al 17% de negativos, 113, con lo que el empresario bilbaino dispone de vía libre para encarar el fin de su legislatura con la paz social como estandarte y con el foco puesto en un posible segundo cuatrienio en Ibaigane después de que al regreso del encuentro del colectivo de Ernesto Valverde en Dortmund dentro de la Champions anunciara su intención de presentarse a la reelección en el cargo.

Una vez consumado el aval de los socios compromisarios, la entidad bilbaina gestionará esta temporada un presupuesto que contempla un saldo positivo de 30 millones de euros y diez millones de beneficio neto en caso de que se cumplan hasta el último céntimo los números de récord estimados, que prevén un ingreso total de 185,9 millones de euros, de los cuales 148,3 millones, el 80%, proceden de la actividad deportiva, frente a los 26,6 millones que aportan los socios, solo el 14%, cuando en ejercicios anteriores este porcentaje era muy superior al actual.

El capítulo de gastos estipulados se cifran en 155,2 millones de euros, los más altos en la historia de la entidad, de los cuales, como es normal habitual, la plantilla absorbe 94 millones, el 60,6% del total, cuando el último curso supuso 100,8 millones, el 65%, que “responde a las primas individuales por rendimiento deportivo”, como justificó Guillermo Ruiz-Longarte, el tesorero de la la Junta Directiva, que explicó que el Athletic goza de “una buena salud financiera con un patrimonio neto de 113 millones de euros”. 

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La Asamblea se convirtió, por tanto, en un balsa de aceite para Uriarte, quien, durante su exposición, puso el acento en los que, en su opinión, son los pilares de la gestión de la Junta Directiva que preside, que los resumió en “equipo, unidad y confianza en el talento” y se detuvo en su idea de trabajar en “un proyecto más atractivo, fidelizando a los jugadores, desarrollando la mejor metodología y maximizar su rendimiento tanto en la formación como en la élite”, además de apuntar que los buenos resultados del curso anterior “no son fruto de la casualidad” y subrayar que el valor de mercado del club “ha pasado de los 222 millones de euros de la temporada 2022-23 a los 375 millones de la pasada”.

Unos argumentos en los que profundizó Jon Berasategi, director general del Athletic, quien recalcó que los ingresos comerciales “han aumentado en más de 13 millones de euros, de los cuales el 70% tienen su origen en la explotación de San Mamés”, expuso que la Fundación Athletic organizó 82 actividades y generó “más de 21 millones de euros”, que incidieron especialmente en los clubes convenidos; al mismo tiempo que Berasategi recordó que la entidad rojiblanca es la cuarta en valor de mercado de la liga y se congratuló de que “hemos llegado en asistencia en San Mamés al 91% y en retail hemos repetido récord de ingresos”.