El Athletic recibirá el miércoles (18.45 horas) al Qarabag en la tercera jornada de la Champions League, en un encuentro que tendrá aroma especial para Iñaki Williams. El capitán rojiblanco tendrá la oportunidad de igualar a José María Orue como el noveno jugador con más encuentros con el Athletic. Y es que, si juega, el delantero bilbaino protagonizará su duelo número 483 con la camiseta rojiblanca.
Fue el pasado 21 de diciembre cuando el mayor de los hermanos entró en el top-10 histórico del Athletic. Entonces, ante Osasuna, Williams sumó 445 encuentros oficiales, una cifra que le permitió situarse a la altura de Aitor Larrazabal como décimo jugador que más veces ha vestido la elástica del conjunto bilbaino.
Y mucho más ha llovido desde su debut como león. Tuvo lugar el 6 de diciembre de 2014, en la derrota liguera ante el Córdoba (0-1) en San Mamés, cuando precisamente su técnico actual, Ernesto Valverde, confió en él y le incluyó en el once titular.
Ahora, en la campaña 25/26 Iñaki ha cogido galones. La retirada de Óscar de Marcos le convirtió en el primer capitán del vestuario rojiblanco, pero parece que al mayor de los Williams le está costando arrancar.
Más allá de la lesión muscular que le obligó a retirarse antes de tiempo en la pasada victoria ante el Mallorca (1-0), el delantero bilbaino tan solo ha marcado un gol en los 9 encuentros de LaLiga y los dos de la Champions League que ha disputado. Y lo marcó de penalti justamente frente al equipo insular.
Iñaki Williams cuenta con la confianza de Valverde
Asimismo, las sensaciones que irradia este curso están lejos de lo esperado. De hecho, Iñaki ha tenido un papel bastante discreto este comienzo de temporada. Un bajo rendimiento que, además, coincide con el mal momento de juego y de resultados que atraviesa el equipo.
A pesar de ello, Valverde mantiene la fe en su capitán ya que ha contado con él en los once encuentros que ha disputado el Athletic esta presente temporada.
E incluso tras el empate ante el Elche (1-1) del pasado domingo, Txingurri defendió al mayor de los Williams, a quien dejó en el banquillo y optó por reservarle para la segunda mitad: "Iñaki llevaba dos entrenamientos y medio y no quería arriesgar mucho por si había riesgo de recaída".