Asoma como uno de los nombre propios en el estreno del Athletic en la presente edición de la Champions League. No ostenta tal estatus por ser futbolista del conjunto rojiblanco, pero sí lo es porque Mikel Merino (Iruñea, 22 de junio de 1996) se ha convertido en diferentes episodios del pasado en objetivo de la entidad bilbaina ya sea de forma indirecta o directa. Lo cierto es que el navarro, actual jugador del Arsenal, comparecerá este martes en San Mamés por octava ocasión –la primera vez la hizo a nómina de Osasuna en Segunda División ante el Bilbao Athletic y las seis restantes bajo el manto de la Real Sociedad– y en todas las anteriores su figura fue objeto de intensos debates previos sobre los motivos por lo que no se había consumado ninguno de los sondeos y movimientos que se emprendieron para que se pudiera hacer realidad un fichaje que se desconoce si realmente tuvo indicios de que así fuera. No en vano, esas fechas pretéritas se puso el acento en rumores, en suposiciones y en declaraciones en su mayoría vagas que proyectaban escasas concreciones. Sea como fuere, el tiempo de Mikel Merino, un futbolista Top a nivel europeo, de haber vestido la camiseta del Athletic se ha esfumado pese a que el mundo del fútbol ofrece un buen número de desenlaces que parecían improbables de antemano.

Mikel Merino, en todo caso, ha estado en boca en clave Athletic desde que despuntara en el juvenil de Osasuna y, tras un efímero paso por el Promesas, no tardó en debutar con el primer equipo rojillo, entonces en Segunda División, con 18 años de edad. Fue entre 2013 y 2015, en esa irrupción de un jugador que tenía muy buena pinta, cuando la entidad rojiblanca dispuso de la coyuntura más verosímil para hacerse con los servicios del centrocampista, que atraviesa por uno de sus momentos más dulces de su carrera deportiva, pero no dio el paso necesario aunque tuviera sobre su mesa hasta dos informes favorables a su fichaje por parte especialmente de Félix Burgi, miembro del equipo de captación del Athletic en Nafarroa y del que el club prescindió durante le etapa de Rafa Alkorta al frente de la dirección deportiva. Burgi, además de recomendar la contratación del hoy jugador del Arsenal, introdujo otros nombres de canteranos de Osasuna en su informe, como, entre otros, el del guardameta Jokin Ezkieta, que sí llegó a recalar en Lezama tras pasar por el filial del Barcelona, y el del extremo Kike Barja, que continúa en Osasuna.

Entonces, el precio de la operación con un Osasuna que precisamente no vivía días de vino y rosas en el capítulo financiero, no llegaba a los cuatro millones de euros y, al parecer, la Junta Directiva que presidía Josu Urrutia no valoró hacer frente a tal desembolso. Hubo más intentos a lo largo de ese bienio, uno después de que el Athletic se enfrentara a Osasuna en Tajonar en un amistoso en agosto de 2015, saldado con victoria rojilla y en el que Merino rindió a un alto nivel, lo que llamó la atención de Ernesto Valverde. Sin embargo, tampoco se produjeron avances e incluso Martín Monreal, director del futbol base de Osasua por aquellas fechas, había subido el precio de una supuesta puja. En la recta final del segundo curso de Merino en Osasuna llegó a Tajonar la oferta del Borussia Dortmund, de la que tuvo conocimiento el Athletic, que hizo caso omiso y vio cómo el jugador se le escapaba a la Bundelisga el verano de 2016. 

Mikel Merino duró una temporada en Dortmud para fichar por de Newcastle de Rafa Benítez, en el que no tuvo el protagonismo esperado. En el mercado de invierno de 2018 se especuló con una oferta del Athletic a los urracas en torno a los diez millones de euros para hacerse con los servicios del navarro, pero al parecer Benítez frenó su salida, lo que enfrió ya el interés desde Ibaigane por el futbolista. El propio Josu Urrutia negó fechas después esas informaciones cuando el club tenía puesto el foco en la contratación de Yuri Berchiche, que militaba por entonces en el PSG, deseo que se cumplió tras pasar por caja y abonar a la entidad parisina cerca de 25 millones de euros. Merino, en cambio, se comprometió ese mismo año por la Real Sociedad.