El primer entrenamiento a puerta abierta en Lezama desde el 17 de julio del año pasado proyectó un gran ambiente en el campo 2 de la factoría rojiblanca con cerca de 2.500 espectadores en las gradas. Había ganas acumuladas de ver en acción a los hombres de Ernesto Valverde después de que diferentes obras y el estado del césped resembrado en los campos 1 y 2, los que tienen tribuna, impidieran que se abriera una sesión al público este verano antes del 31 de julio. Finalmente fue este jueves 7 de agosto el día escogido por el club para abrir las puertas a una afición que se desplazó en masa hasta el lugar para dar el primer aliento del curso a los leones.

Desde el 30 de diciembre de 2024, fecha en la que los rojiblancos se ejercitaron en San Mamés bajo la atenta mirada entonces de 27.522 aficionados, no se registraba actividad de la afición en un entrenamiento del primer equipo masculino, por lo que fueron muchas, incontables, las familias con niños y niñas que abarrotaron unas gradas en las que se respiraba ilusión. El gran ausente de la mañana por inesperado fue Nico Williams, quien no se dejó ver en una sesión que arrancó pasadas las 10.30 horas tras la tradicional ovación a la plantilla comandada por Valverde.
Agradeció el apoyo el equipo, lastrado por el cúmulo de adversidades que viene sufriendo en un verano en el que las malas noticias se han sucedido tanto a nivel de resultados como en la enfermería. La tranquilidad, no obstante, brota entre los aficionados a sabiendas de que lo importante, las balas de verdad como acostumbra a señalar Valverde, comienzan a partir de la próxima semana con el estreno liguero ante el Sevilla en San Mamés marcado en rojo en el calendario. “Las pretemporadas son para probar cosas y es cierto que las lesiones son una pena, sobre todo la de Egiluz por la duración, pero lo de Sancet al final no es para tanto, así que tranquilidad”, apuntaba a este periódico Jon Ander Oteiza, socio bilbaino que tiene claro en relación a la falta de centrales y la posibilidad de fichar a Aymeric Laporte que “no haría ninguna locura para ficharlo. Es verdad que faltan centrales, pero parecía que tampoco teníamos cuando salió Paredes y ahora puede sorprender algún otro chaval”.
“El año pasado tampoco se hizo una gran pretemporada y acabamos cuartos”, recordaba asimismo José Luis Díez, otro seguidor bilbaino que apunta también en relación a Laporte que “siendo un jugador de 31 años no haría un gran traspaso en lo económico”. “Sí o sí no hay que fichar a nadie”, opina por su parte Eneko de la Fuente, aficionado rojiblanco de Astrabudua. No opina del mismo modo Cristina Gorostizaga, seguidora zurigorri afincada en Zamudio que espera que Laporte “venga cuanto antes, porque hace falta y su club en Arabia Saudí ya ha dicho que va a salir de allí”.
SIN REGALOS
Con el nombre del central de Agen en boca de multitud de aficionados en Lezama, la ilusión por hincar el diente a un nuevo curso en el que el Athletic volverá a disputar la Champions League quedó patente en una sesión que finalizó a las 11.54 horas sin regalos a los aficionados esta vez por parte de la plantilla, que se retiró previo aplauso a los presentes siendo Mikel Jauregizar el que más minutos se quedó para firmar autógrafos a los más pequeños.