El Athletic ha comunicado este lunes que la UEFA le ha impuesto dos sanciones económicas que suman un total de 34.000 euros por los incidentes registrados el 13 de marzo en San Mamés en el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League ante la Roma. Un castigo que se puede considerar benévolo viendo lo que sucedió fuera del terreno de juego, empañando lo que los pupilos de Ernesto Valverde consiguieron ante el equipo de Claudio Ranieri. Un duelo que no será recordado por el plano futbolístico, una pena.

El máximo organismo del fútbol continental ha castigado a Ibaigane con 30.000 euros por el encendido y lanzamiento de bengalas y otros objetos por parte de aficionados rojiblancos en la explanada del campo antes y después del encuentro y con otros 4.000 porque las escaleras de salida de la zona de los seguidores italianos en el estadio permanecieron bloqueadas, un lugar que siempre debe estar desalojado por si fuera necesaria una rápida evacuación.

Expediente sancionador

La UEFA abrió la semana pasada un expediente sancionador a la entidad bilbaina por estos hechos y fijó un plazo para que el Athletic presentara las explicaciones que considerara necesarias o enviara la documentación oportuna para aclarar lo sucedido.

Ahora, el club rojiblanco tendrá que pasar por caja una vez conocido el castigo que llega a cuatro semanas de que La Catedral vuelva a albergar un partido europeo, en este caso la vuelta de los cuartos de final ante el Glasgow Rangers, prevista para el 17 de abril.

Con la final de la Europa League del 21 de mayo que albergará Bilbao en el horizonte, los altercados provocados, en su mayoría, por aficionados locales ante la Roma preocupan a las instituciones que organizan la gran cita. Gobierno vasco, Diputación de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao trabajan conjuntamente con el Athletic para erradicar la acción de los radicales. En la visita del conjunto italiano a Bilbao, un total de 14 personas fueron detenidas y una más investigada, además de un parte de 15 agentes y dos vigilantes de seguridad heridos. Los enfrentamientos entre ultras de ambos equipos antes del partido y la batalla campal entre aficionados del Athletic y la Ertzaintza, en los aledaños del campo, después de que los leones lograran el billete para cuartos, sonrojaron a todos los que ven en el fútbol un divertimento y en la final de la Europa League, una oportunidad de darse a conocer al mundo.

El brutal ataque de los ultras de la Roma a la seguridad de San Mamés

El brutal ataque de los ultras de la Roma a la seguridad de San Mamés Deia

El dispositivo de seguridad ante la Roma, que no funcionó vistos los resultados, era una especie de prueba para el 21 de mayo. El propio alcalde de Bilbao reconoció tras lo sucedido, que el plan no fue satisfactorio. “El ensayo era sobre todo el tema de la valla (haciendo referencia a las puertas metálicas que se colocaron en la explanada de San Mamés para el acceso al estadio de la afición visitante). Pero esta situación no se va a volver a repetir en la final porque todo el perímetro de la explanada va a estar con ese anillo cerrado. Todo el mundo tendrá que entrar por ese anillo y, además, habrá otros anillos y otros perímetros exteriores a este”, destacó Juan Mari Aburto.

Ojo con los ultras del Rangers

Los responsables de seguridad ya están advertidos y lo que viene va a ser más exigente aún. El Jueves Santo, con un billete para las semifinales en juego, llegarán a Bilbao centenares de seguidores del Rangers, que también tiene un problema con sus ultras. Los radicales del conjunto escocés ya han protagonizado diferentes enfrentamientos en sus salidas europeas y en su último partido como locales en la Europa League, cuando eliminaron al Fenerbahce, su victoria en la tanda de penaltis ante los de José Morinho quedó empañada por varias pancartas que reflejaban consignas de ideología de extrema derecha. Desplegadas precisamente por Union Bears, el nombre con el que se identifica al grupo de ultras más nutrido del equipo escocés, reconocido por su protestantismo, nacionalismo y unionismo. La UEFA también le abrió expediente al club de Glasgow por ello.

Segunda sanción de la temporada

El Athletic ya fue castigado el pasado mes de octubre por la UEFA por los incidentes que un grupo de radicales rojiblancos, concretamente miembros de Herri Norte, protagonizaron en el Olímpico de Roma, en el primer partido de la Fase Liga. El organismo europeo impuso una sanción económica de 30.000 euros y la prohibición de venta de localidades para el siguiente partido como visitante del club. No obstante, esta última medida quedó en suspenso por un periodo de prueba de dos años. Es decir, si se registra en el futuro otro acto como el que protagonizaron los radicales en el estadio italiano (encendiendo bengalas, lanzándolas a la grada visitante, así como otros objetos), el Comité de Apelación dejaría al Athletic sin seguidores en sus desplazamientos por el viejo continente.